Santiago de Quiroga
Presidente Editor de EG
| viernes, 13 de mayo de 2016 h |

Esta semana, el Ministerio de Sanidad ha hecho público el barómetro sanitario, una de las pocas ocasiones donde se puede pulsar la percepción de los ciudadanos sobre la sanidad pública. Afortunadamente, la valoración es buena, como no puede ser de otra forma. Al menos, los intentos de hacer creer a la sociedad que la sanidad es peor, no parece que convenzan a todos. Pero es bueno que los españoles seamos conscientes de lo que tenemos. Me llama la atención que el copago tiene más seguidores, aunque siguen ganando los que se oponen por un 45,7% a 35%. Si todos, expertos, usuarios y políticos, piensan que la sanidad pública requiere de más inversión, lo normal es que los que puedan aportar lo hagan. La reforma de 2012 quitó el copago a un millón de parados, y confirmó que las rentas más bajas de jubilados no pagarían nada. El ministro de Sanidad en funciones, Alfonso Alonso, lo recuerda. Al César, lo que es del César.

Lo que me llama poderosamente la atención es la actitud de mayoría absoluta del PP, un tic que tiene como consecuencia ponerse en frente de todos los partidos en algo tan evidente como la necesidad de invertir más en Sanidad. El PP asegura que su programa electoral continuará vinculando el incremento de la inversión en sanidad pública al crecimiento del PIB. Pero eso deja en el aire la suficiencia financiera de la sanidad, ya que sólo obtendrá más fondos si crece la economía. PSOE, Podemos y C’s han sido muy claros, proponiendo varias fórmulas para incrementar el presupuesto sanitario, ya que todos opinan que el nivel y calidad de nuestra sanidad es envidiable, pero requiere de recursos. Algunas de estas medidas están vinculadas a priorizar la sanidad frente a la obra pública, como el AVE (C’s), o incrementar directamente el gasto en sanidad y acercarlo al porcentaje del PIB que dejó España antes de la crisis (PSOE, Podemos).

El director general de Abbvie en España, Felipe Pastrana, conoce muy bien los sistemas sanitarios de muchos países, y en una entrevista a EG confiesa que le sorprendió la generosidad del sistema público español y propone trabajar todos juntos para preservarlo. Preservar el sistema es dotarlo de recursos y priorizarlo sobre otras materias, sin vincularlo a los vaivenes de la economía. La sostenibilidad pasa por tener el presupuesto en sanidad pública equivalente al gasto real.

El último documento de la Fundación FAES, el laboratorio de ideas que preside el ex presidente José María Aznar, califica la I+D y la Farmacia como sectores “estratégicos”. El documento, co dirigido por el actual scretario general de Sanidad, Javier Castrodeza, dice cosas muy razonables, y muchas de ellas han estado y estarán en el programa electoral del PP. Dicho documento sugiere lo que expertos, economistas y muchos políticos reconocen: que la Sanidad Pública requiere equilibrar sus cuentas incrementando su presupuesto. El informe de FAES propone debatir sobre la necesidad de incrementar el gasto sanitario en función del PIB, como hizo el Think Tank de Alto Nivel que llegó a concretar la cifra: España debía alcanzar el 7,5% del PIB en Sanidad Pública. De momento, seguimos en el 5,3% en 2016. Eso sí, las elecciones al 26J tendrán la última palabra.

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Que izquierdas, centro y derechas no están tan alejadas en lo esencial con la sanidad lo demuestra el informe de FAES. ¿Cambiará de opinión e incrementará la inversión en Sanidad si gobierna en minoría o en coalición?

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