| viernes, 29 de octubre de 2010 h |

Santiago de Quiroga

Pepe Martínez Olmos estuvo en el Club Siglo XXI. Y estuvo como es él: brillante, entusiasta, agradecido, humilde, directo y reflexivo. Afirmó que no podemos caer en rutinas en lo que se refiere al análisis de los desafíos de nuestra sanidad, y destacó que, especialmente, no podemos caer en la rutina de creer que el sistema no tiene solución, que no es sostenible. El recién confirmado secretario general de Sanidad afirmó que los indicadores de salud que ofrece nuestro sistema sanitario nos sitúan entre los primeros sistemas del mundo desarrollado. Es cierto, pero las rentabilidades pasadas no garantizan beneficios futuros. La sostenibilidad, que hasta el Parlamento Europeo está abordando en el planteamiento de sus directivas, pasa por replantar no sólo los costes que afectan a partidas fácilmente identificables (por ejemplo, medicamentos) sino que se trata de replantear si no hay una forma más eficiente de abordar una patología o un área asistencial. Ahora son las preguntas correctas las que deben hacerse, antes que pensar en las respuestas. Lo dice Rafael Bengoa, consejero vasco de Salud, cuando habla de la necesidad de revisar la asistencia a los enfermos crónicos, de replantearla. En esa reflexión, Bengoa, Manuel Cervera, Pilar Farjas y María Jesús Montero, entre otros, son importantes. Pero lo es más, como afirma Martínez Olmos, que se mantenga la capacidad de asombro del ser humano. Y yo añado las ganas de hacer las cosas, el entusiasmo.