Esther g. molina
Madrid
“Se ha necesitado mucho esfuerzo por parte de todos los profesionales, pero la implantación de la receta electrónica en Málaga ha sido mucho más rápida que en otras provincias, efectiva y con un gran acierto, por lo que el balance de este año es muy positivo”. Así resume el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Málaga, Javier Tudela, un año de implantación de la e-receta en esta provincia andaluza, en la que, de julio de 2007 a octubre de 2008, se han llevado a cabo más de ocho millones y medio de dispensaciones por receta electrónica y se espera que en noviembre se llegue a los diez millones.
Este cumpleaños fue festejado el pasado viernes con la celebración de una jornada farmacéutica en la cooperativa Cofaran, al que asistieron, además de Tudela, la delegada de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, María Antigua Escalera, y el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos, Manuel Arenas, entre otros.
Según explicó a EG Tudela, la implantación de la receta electrónica malagueña arrancó en julio de 2007 y finalizó en enero de 2008 en 637 oficinas de farmacia de la provincia. El presidente del colegio recordó que los comienzos fueron “difíciles, como en todo proyecto”, pero como Málaga fue la última provincia en acogerse a este sistema, “hemos podido aprender de los fallos y solucionar los problemas técnicos aparecidos en nuestro entorno, sin olvidar la excelente colaboración que hemos tenido con la Delegación de Salud, para que los centros de salud malagueños comenzaran a prescribir sin dilaciones”.
Reducción tiempo
Ese esfuerzo en el que hace hincapié Tudela se ha visto recompensado con la “satisfacción de los usuarios y profesionales sanitarios”. Como argumenta Tudela, con este sistema que dice adiós a la receta en papel y que evita que los enfermos crónicos tengan que acudir a los puntos de atención primaria para renovar sus tratamientos, se ha conseguido “reducir las consultas diarias al médico”.