Los expertos se muestran optimista ante la incorporación de los datos que ofrece la receta electrónica

A través de las bases de datos los gestores del sistema de salud podrán hacer presupuestos más afinados

| 2009-05-31T18:14:00+02:00 h |

Toni Martínez

Valencia

La llegada de las nuevas tecnologías a la prescripción de medicamentos abre nuevos horizontes en la elaboración de las políticas sanitarias. Según los expertos reunidos en la Jornada de Investigación en Utilización de Medicamentos, la explotación de los datos es, y será, un elemento básico para el sistema de salud. Tal y como explicó Judit Ceruelo Bermejo, jefe de servicio de prestación farmacéutica de Castilla y León, “los avances que hemos tenido en los últimos años en los sistemas de información permiten que haya más calidad en los datos, que la información esté más actualizada, con una mayor versatilidad y un uso muy fácil”.

El objetivo de los sistemas de información es el de analizar la utilización de los medicamentos, tanto a nivel individual como global, así como garantizar el acceso adecuado a los fármacos e investigar aquellas situaciones en las que puede haber un acceso inadecuado. Igualmente, quieren orientar a los gestores y establecer las prioridades en política de medicamentos y valorar las intervenciones y estrategias que se hagan, además de obtener información básica a la hora de hacer presupuesto y para hacer estudios de utilización.

En este sentido, Ceruelo señaló que el gran fallo de estos sistemas en Castilla y León es el hecho de no tener integrada la historia clínica y no tener datos de morbilidad, por lo que es difícil saber si se utilizan correctamente o no los medicamentos. Otra carencia sería el sistema de recogida de datos, que está menos implantado en especializada y sigue en desarrollo. “Además el análisis es de los medicamentos dispensados no de lo prescritos, sólo nos muestra el gasto por receta, se limita sólo al sistema sanitario público y no disponemos de otras variables de tipo socioeconómico y cultural”, manifestó.

Por su parte, Encarnación Cruz, subdirectora general de Compras de Medicamentos y Productos Sanitarios de la Comunidad de Madrid, explicó que uno de los hechos diferenciales de esta autonomía es que “junto a los datos de la farmacia hospitalaria, se cargan los datos que provienen del COF y se hace una digitalización propia de cada una de las recetas, con lo que se mejora mucho la calidad de nuestros datos”.

Esta situación permite “hacer análisis integrales del gasto”, poniendo de manifiesto que “no todo es gasto de receta”. El año pasado en la Comunidad de Madrid hubo un gasto global de casi 2.000 millones de euros, de lo que un 45 por ciento fue en atención especializada y, además, ese porcentaje “va creciendo porque el incremento de la atención especializada es mayor que en primaria”, afirmó Cruz.

Además, según ella, también permite conocer cómo se reparte el mercado en la misma comunidad autónoma en relación con los distintos laboratorios y se puede analizar mucho mejor el gasto por receta y el gasto hospitalario. Otros usos son los de mejorar la seguridad en los medicamentos y la eficacia en las intervenciones sanitarias.

Futuro

Respecto al futuro, Cruz señaló que pasa por desarrollar “herramientas que, de forma automática, nos permitirán hacer predicciones más finas, introduciendo variables como la introducción de nuevos medicamentos; simulaciones prospectivas, es decir si se hace una intervención por ejemplo conocer cómo va a variar el gasto e integrar los sistemas de información con estrategias de comunicación, por ejemplo detectar a los médicos que prescriben menos de un 15 por ciento de genéricos porque por cuestiones de gasto me interesa, remitir automáticamente avisos personalizados, a pacientes con temas de riesgo…”.

En este sentido, Pilar López Calahorra, responsable de la división de prestación farmacéutica y sistemas de información de Cataluña, aseguró que “los sistemas de información se deben adaptar al entorno, cada paso que se dé, debe dejar huella y hacer modelo, que es la única manera de avanzar”. Así, recordó la importancia de la incorporación de la receta electrónica a los sistemas de información.

“La receta electrónica no es un proyecto tecnológico, sino de prestación farmacéutica, la tecnología que necesitamos es muy importante, pero es tanto más importante saber crear el modelo. Por este motivo, es importante que los médicos, los farmacéuticos y los pacientes interactúen y sean un continuo asistencial, el gran hito que nos queda es que el paciente vea que tiene una herramienta que le permite interactuar con los profesionales, cuando consideremos que el paciente pueda entrar en su historial habremos cerrado el círculo”, indicó.

Por otro lado, María Zaforteza, jefe del Servicio de Farmacia del Servicio de Salud de las Islas Baleares, apostó por un sistema de información “integral, que acoja a todos los elementos de la asistencia, que sea transparente, accesible y que se adapte a las necesidades del sistema de salud”. Para ella, el avance consiste en “tener una herramienta (el data-warehouse) donde se puedan incorporar nuevas aplicaciones como la historia clínica y que la fuente de datos no sea sólo la facturación. También se incorporará la prescripción y facturación electrónicas, además, tendremos los datos del consumo, lo que nos permitirá que la información conseguida no sea utilizada sólo por los gestores”.