Preparar fármacos según necesidades del paciente es parte del objetivo de eficacia terapéutica de esta práctica
El presidente de Aprofarm dice que “el Plan Nacional de AF es un gran momento para integrar la formulación”
alberto cornejo
Barcelona
Una definición común de Atención Farmacéutica (AF) es aquella que la define como una práctica consistente en la realización de funciones relacionadas con el seguimiento farmacoterapéutico al paciente como acompañamiento posterior a la dispensación del fármaco. O lo que es lo mismo, la supervisión, control y evaluación de la eficacia de los medicamentos dispensados a los pacientes desde la botica mientras dure el periodo de la toma.
Por contra, existen situaciones, como la de aquellos pacientes que presentan ciertas peculiaridades o necesidades en la toma del fármaco, que obligan a que la AF no se realice exclusivamente de forma posterior a la dispensación, sino que ésta empieza previamente. Es aquí donde la formulación magistral (FM) reclama su protagonismo como “importante herramienta para la AF”, tal y como manifiesta el colectivo de farmacéuticos formuladores.
Plan de AF: una oportunidad
“La AF suele concebirse como una labor del profesional a realizar tras la venta del medicamento, pero hay que incidir en que la preparación de dosis personalizadas, la búsqueda de formas de administración adaptadas a las necesidades del paciente o, incluso, la cobertura de las lagunas terapéuticas, también deben considerarse actuaciones encuadradas en los objetivos de esta práctica”, indicó a EG Francesc Llambí, presidente de la Asociación Profesional de Farmacéuticos Formuladores (Aprofarm), organismo que el pasado 30 de octubre celebró un fórum para profesionales en Barcelona. Un evento al que acudieron un centenar de formulistas y en el que Llambí se encargó de exponer los retos y los objetivos de desarrollo de la FM en el campo de la farmacia asistencial.
En opinión de Llambí, “es muy importante que la formulación magistral sea vista por todo el sector como una de las ofertas de la AF”. Por ello, vislumbra en el futuro Plan Nacional de AF que tiene previsto elaborar el Ministerio de Sanidad en colaboración con el Consejo General de COF “un momento magnífico para integrar nuestra importante labor en este campo de la farmacia asistencial”. Al mismo tiempo, el presidente de Aprofarm resaltó que, por el momento, no se había pedido opinión a este colectivo, por lo que se mantienen las dudas sobre su inclusión en este plan.
La Aemps no ayuda
El colectivo formulador nacional reclama con insistencia un mayor apoyo a la formulación, tanto desde el punto de vista profesional como administrativo. “Si se sigue con esta tendencia actual de convertir a la FM en una práctica anecdótica, corremos el riesgo de perder nuestra importancia en el manejo del fármaco, con lo que nuestro bagaje profesional se reduciría sobremanera”, vaticinó el máximo responsable de Aprofarm.
Quien verdaderamente se convirtió en centro de las críticas, ya que es el organismo que más capacidad tiene para potenciar su desarrollo, fue el Ministerio de Sanidad y, concretamente, su Agencia del Medicamento (Aemps). En este sentido, Llambí fue muy crítico con sus últimas actuaciones, ya que, según indicó, “sólo están ayudando a crear confusión y desasosiego en nuestro colectivo”.
Por un lado, destacó la ausencia de regulación en este campo en comparación con otros países europeos, donde sí apuestan por esta práctica. Por otro, incidió en que ciertas actuaciones de la Aemps relacionadas con la FM no tenían sentido alguno. Como ejemplo, aludió a una alerta informativa emitida el pasado mes de abril, en la que se anunció la prohibición de formular productos retirados por la industria cuando no estuviese renovada la licencia industrial del fármaco. “Supone un auténtico error, puesto que la labor de la FM es precisamente la de suplir al medicamento industrial y de forma especial si esa retirada se ha debido a intereses comerciales”, criticó Llambí.
Como propuesta de futuro, Aprofarm sugiere la posibilidad de crear un organismo en el que se integren representantes de todo el sector, “con verdadero conocimiento de causa de la realidad de la formulación”, y que incluso “tenga potestad para regular”, tal y como sentenció este dirigente.