La mayoría no puede permitirse afrontar los costes de contratar a un sustituto

Muchos de ellos llevan sin coger días de descanso en verano desde que abrieron

| 2011-06-17T15:15:00+02:00 h |

iria gonzález

Madrid

La palabra ‘vacaciones’ ha sido eliminada del diccionario del farmacéutico rural y ha pasado a ser más un sueño que una realidad para este colectivo. Así lo aseguró el presidente de la Sociedad Española de Farmacéuticos Rurales (Sefar), Francisco Javier Guerrero, quien señaló que “hay compañeros que llevan desde que abrieron sin poder tomarse unas vacaciones”. Este es el caso de Julia Martínez, vocal de Farmacia Rural del COF de Guadalajara y vocal de Sefar, que desde hace cerca de seis años no se toma unos días de descanso durante el período estival.

Lo que debería ser una época de reposo trae verdaderos quebraderos de cabeza a quienes ejercen en una oficina de farmacia de tamaño reducido y, en general, atendida exclusivamente por su titular. Contratar un sustituto es algo que la mayoría ni se plantean, dado que su situación económica no les permite afrontar ni siquiera los sueldos bases. Además, como destacó Guerrero, “la diferencia con el entorno urbano es que hay que añadir otros pluses para que resulte atractivo venir a trabajar al entorno rural en lugar de quedarse en la ciudad”.

Alojamiento o mayores ingresos son dos opciones que podrían atraer a los trabajadores hasta estas zonas, pero que estos profesionales no están en condiciones de ofrecer. La cosa se complica aún más para los farmacéuticos rurales que, además de su farmacia, atiendan botiquines. “Si contratas a un sustituto, le tienes que decir que atienda también los botiquines. Pero le tienes que pagar más porque son más horas”, explicó Martínez.

Por todo ello, desde la Asociación de Farmacia Rural Gallega (Asfarga) tienen en proyecto poner en marcha una bolsa de trabajo para el medio rural, que esperan tener lista para el próximo verano. “Nos consta que hay gente de fuera de Galicia dispuesta a venir a trabajar los veranos aquí”, explicó el presidente de los boticarios rurales gallegos, Fernando Andreu.

Otra posibilidad podría ser cerrar la farmacia durante unos días, pero esta opción solamente es posible si en la zona hay otra botica que garantice la prestación farmacéutica a los vecinos, algo poco frecuente en el entorno rural. Precisamente, por este motivo, muchas de las farmacias ahí ubicadas deben hacer frente a un alto número de guardias.

Ante esta situación, muchos se preguntan qué pasaría si cayeran enfermos. Dado que la farmacia debería seguir abierta, no tendrían más remedio que contratar un sustituto, aunque ello les supusiera pérdidas.

Período de más actividad

Por otra parte, no hay que olvidar que muchos de estos municipios, durante el invierno poblados fundamentalmente por personas de edad avanzada, reciben mayor afluencia de gente durante los meses de verano. “Sería el peor momento para cogerte unas vacaciones porque es cuando más trabajo tienes”, señaló Andreu.

En este sentido, desde la asesoría de farmacias Asefarma destacaron que, aunque el periodo puntero sigue siendo agosto, cada vez es más habitual que los farmacéuticos distribuyan sus vacaciones durante el resto del año. No obstante, la responsable del departamento de Laboral de Asefarma, Eva María Illera, reconoció que “confeccionar el calendario vacacional en ocasiones se convierte en motivo de conflicto, por lo que hay que apelar al sentido común y a la lógica”.

En este sentido, Illera explicó que el convenio de farmacia establece que las vacaciones se tienen confeccionar el primer trimestre del calendario laboral, así como que los trabajadores tienen derecho a descansar 30 días naturales, preferentemente entre los meses de mayo a octubre. En caso de que no pudieran disfrutar de este descanso durante el periodo indicado, sus vacaciones se verían incrementadas cinco días más. Sin embargo, en el caso de los farmacéuticos rurales, esta situación parece no poder cumplirse. Tomar vacaciones constituye para muchos de ellos una misión imposible.