Carlos Arganda Madrid | viernes, 13 de enero de 2012 h |

En 2012 se cumplen diez años desde la ejecución de las transferencias sanitarias a las comunidades autónomas y, en todo este tiempo, el presupuesto sanitario de las autonomías ha pasado de 34.552 a 57.660 millones de euros. Es decir, un incremento de 23.107 millones, el 66,9 por ciento. Por su parte, el presupuesto para medicamentos ha pasado de 8.110 a 10.182 millones. O lo que es lo mismo, 2.071 millones más, un 25,5 por ciento. Por cada euro de incremento del presupuesto en farmacia el sanitario ha crecido otros 11 euros.

De este modo, no es de extrañar que en 2002 la farmacia supusiera el 23,5 por ciento del gasto en sanitario de las comunidades autónomas según las estadísticas de gasto sanitario de Sanidad y que, en función de los presupuestos regionales de 2012, esta relación vaya a quedar en solo el 17,6 por ciento. Es decir, el peso de la farmacia en el presupuesto sanitario ha caído en una década un 25,1 por ciento, alejando de la realidad actual aquéllas viejas estadísticas en las que se aseguraba que en España el gasto en farmacia está muy por encima de la media de los países de nuestro entorno.

A la vista de todos estos datos, se pone de manifiesto cuáles son las partidas sobre las que la Administración ha puesto el énfasis del control del gasto sanitario. Mientras que el presupuesto en sanidad ha crecido en un promedio del 7,6 por ciento anual, el dedicado a medicamentos lo ha hecho solo en un 2,5 por ciento. Y es que, con excepción de los recortes en el salario de los funcionarios, las medidas de control del gasto han sido principalmente en farmacia.

Ya nadie puede dudar del importante impacto y efecto que los dos decretazos de 2010, los reales decreto-ley 4/2010 y 8/2010, han tenido. La comparativa de los datos oficiales de facturación de recetas al Sistema Nacional de Salud ofrecidos por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad correspondientes a mayo de 2010, justo antes de que entraran en vigor las primeras medidas del Real Decreto-ley 8/2011 y los correspondientes a noviembre de 2011, una vez cumplidos los primeros 18 meses de efecto, no dejan lugar a dudas. La reducción del gasto anualizado en este mismo periodo ascendió a 1.489 millones de euros.

Según los datos oficiales, durante los doce meses anteriores a mayo de 2010, el gasto en medicamentos fue de 12.721 millones de euros, mientras que en los doce meses anteriores, a noviembre de 2011, esta variable se redujo hasta los 11.232 millones, lo que supuso una rebaja del 11,7 por ciento. En el caso del número de recetas, esta variable se contuvo de manera importante con respecto a ejercicios anteriores, aunque se mantuvo, eso sí, en crecimiento, al pasar de 947 millones de recetas al año en mayo de 2010 a 973 millones en noviembre de 2011, un 2,75 por ciento más.

Por supuesto que la variable que más ha visto reducido su crecimiento es el gasto medio por receta, dado que es en la que han incidido todas las medidas del Gobierno. Unas reducciones que vinieron dadas especialmente por la reducción del precio de los genéricos, el cambio del sistema de Precios de Referencia o la deducción del 7,5 por ciento de las ventas de medicamentos fuera del sistema de precios de referencia. Todas estas medidas han dado lugar a que en estos 18 meses se haya pasado de un promedio de 13,42 euros por prescripción a 11,53 euros. Es decir, 1,89 euros y un 14,07 por ciento menos como promedio por cada prescripción.

Diferencias autonómicas

En lo que se refiere al análisis del comportamiento del gasto en medicamentos a través de receta en las diferentes comunidades autónomas, cabe decir que todas ellas han reducido su gasto total y todas ellas han reducido su gasto medio por receta. No obstante, se pueden observar algunas diferencias relevantes entre las diferentes autonomías.

La que más redujo sus cifras de gasto en medicamentos tras la aprobación de los decretazos de 2010 fue Aragón, que ha visto cómo se reducía su factura farmacéutica en más de un 15 por ciento. A continuación, con casi un 14,5 por ciento de reducción le sigue Canarias, y a un poco más de distancia, con un 12,9 por ciento, la Comunidad Valenciana. Por el contrario, las autonomías que menos se beneficiaron de la aplicación de estos dos RDL, con excepción de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, fueron Murcia, con una reducción de solo el 7,93 por ciento, y Baleares, con una rebaja de su factura farmacéutica del 9,11 por ciento.

Precisamente, esta última autonomía supone un caso único en la geografía nacional. En ella, la variación del número de recetas tuvo un incremento en el periodo analizado del 16,03 por ciento, muy lejos del 2,75 por ciento de media. En este sentido, ninguna autonomía ha sido capaz de reducir el número de recetas. Solo la Comunidad Valenciana, con un 0,13 por ciento, y Canarias, con un 0,94 por ciento, se aproximaron a crecimiento cero de esta variable.

En lo que se refiere al precio medio por receta, este cayó en todas las autonomías por encima del 10 por ciento, con lo que batió su récord en Baleares, donde se redujo en un 21,67 por ciento. Le siguieron Aragón, con un 17,06 por ciento, y Canarias, con un 15,29 por ciento. Las que menos se beneficiaron de la reducción fueron Murcia y Cantabria, que no llegaron al 12 por ciento de rebaja.

Como curiosidad, cabe destacar que las diferencias entre las autonomías se han reducido en los últimos años al pasar de los 2,86 euros de diferencia existente entre Andalucía y La Rioja en mayo de 2010, a los 2,38 euros entre las recetas de Andalucía y Asturias en noviembre de 2011.

En retroceso hasta 2015

Pero lo vivido en los últimos 18 meses no tiene visos de cambiar. Según un informe de IMS Health que analiza la posible evolución del mercado farmacéutico hasta 2015, al menos hasta ese año, el mercado de oficina de farmacia seguirá con cifras negativas de crecimiento. Es más, según la consultora, en 2015 el mercado retail tendrá un tamaño similar al que se registró en 2006. Según estas estimaciones solamente crecerá, aunque a cifras muy modestas e inferiores al 5 por ciento el mercado correspondiente al ámbito hospitalario.

El informe de IMS analiza, asimismo, el impacto de algunas de las últimas medidas puestas en marcha por el Gobierno. De este modo, explican que la reducción de los precios de los genéricos y el nuevo sistema de precios de referencia presionarán a la baja al mercado. Además, estiman que la generalización de la prescripción por principio activo y la dispensación a precio menor reducirá en 2012 el mercado en 425 millones de euros, que se unirá la reducción de 700 millones que aproximadamente se deducirán en tramos del 4; 7,5 y 15 por ciento por del precio de los medicamentos.

Por otro lado, la consultora estima como “altamente probable” la posibilidad de que tanto en 2012 como en 2013 se implementen nuevas medidas de control del gasto en medicamentos. Este hecho, junto con el ‘precipicio de las patentes’ de 2012 hacen para IMS “improbable” una recuperación del mercado a corto plazo, especialmente en oficina de farmacia.