El precio medio de las prescripciones se sitúa en 12,49 euros, la cifra más baja registrada desde abril de 2003
| 2010-09-03T16:41:00+02:00 h |

Carlos Arganda

Madrid

Las dos primeras medidas de control del gasto puestas en marcha por los reales decretos leyes 4/2010 y 8/2010 ya han empezado a dar sus frutos para las arcas de las autonomías. De este modo, la facturación de recetas correspondiente al mes de junio ya incluyó los descuentos del 7,5 por ciento para todos los medicamentos excluidos del Sistema de Precios de Referencia y, por su parte, la factura correspondiente al mes de julio incorporaba el efecto por la reducción de precio de los medicamentos genéricos. Ambas actuaciones han dado lugar a un fuerte descenso del precio medio por receta en estos dos meses, que se ha situado en cifras de 2003, y ha provocado una reducción del gasto en medicamentos, a pesar de que el número de recetas continúa su crecimiento.

En concreto, el pasado mes de junio, el gasto en medicamentos registró un descenso del 2,94 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior. El precio medio por prescripción también registró una evolución negativa del 6,32 por ciento, mientras que el número de recetas creció en este periodo un 3,60 por ciento. En julio el escenario se recrudeció un poco más y el gasto alcanzó una evolución negativa respecto al mismo mes del año anterior del 6,79 por ciento, la mayor reducción observada hasta el momento.

Este hecho fue posible por la importante reducción del precio medio de las recetas, cuyo montante ascendió a 12,49 euros, un 8,11 por ciento menos que las prescripciones realizadas 12 meses antes. Además, en julio se observó, igualmente, una desaceleración del número de recetas, que contuvieron su evolución hasta situarse en un 1,44 por ciento de crecimiento con respecto a julio de 2009.

Desde 2003 nunca antes se había producido una reducción del gasto mensual en medicamentos durante dos meses seguidos, lo cual es un hecho que revela el efecto de las medidas puestas en marcha. Es más, durante todo este tiempo, únicamente en tres ocasiones el incremento mensual registró un dato negativo, y en ninguna de ellas la reducción superó fue superior al 2,5 por ciento. Además, en esos tres meses el descenso del gasto vino acompañado por la reducción en la variación del número de recetas, situación que no se ha dado en los dos últimos periodos contabilizados.

Gasto medio por receta

Estas dos medidas, que se añaden a las obtenidas con la aplicación del Sistema de Precios de Referencia (SPR) durante 2010 (Orden SAS/3499/2009), han situado el precio medio de las prescripciones en los dos últimos meses por debajo de los 13 euros para la media nacional, cifra que no se observaba durante dos meses seguidos desde marzo de 2005. Pero la reducción obtenida, según los últimos datos registrados por el Ministerio de Sanidad, ha conseguido dejar este parámetro en cifras que no se observaban desde abril de 2003, cuando el gasto medio por receta se situó en 12,58 euros.

Con todo, desde enero de 2003 a diciembre de 2009, las variaciones que se han producido en los diferentes parámetros que componen el gasto van todas en las misma línea de crecimiento, a excepción del gasto medio de las prescripciones. Así, el número de recetas se incrementó un 27,31 por ciento, lo que deja al gasto total con un crecimiento del 31,13 por ciento. Por su parte, el gasto medio por receta registrado en julio pasado fue de sólo un 2,99 por ciento más que el que se facturó en enero de 2003. Un incremento que se sitúa muy lejos del Índice de Precios al Consumo (IPC) general, que en todo este periodo experimentó un incremento, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), del 21,4 por ciento.

Número de recetas: la clave

En cuanto al comportamiento del número de recetas prescritas, es lógico que se vea influido por factores demográficos como el incremento poblacional o su envejecimiento. No obstante, durante todo este tiempo, la población española creció un 7,28 por ciento, según el INE, 20 puntos por debajo de lo que se incrementaron las recetas, por lo que queda claro que aumentó en gran medida el número de recetas per cápita.

En concreto, el número de recetas por beneficiario en estos siete años creció un 23,3 por ciento, al pasar de 16,53 recetas por habitante y año en 2003 a 20,38 prescripciones en 2009. Se trata de una cifra que no puede ser justificada plenamente por el envejecimiento de la población, ya que, según datos del INE, en este periodo se han contabilizado medio millón de personas más en los grupos de mayores de 65 años, al pasar de 7,27 millones en 2003 a 7,78 millones de ancianos en 2009, lo que supone un crecimiento del 6,96 por ciento.

Con todo, y gracias a los movimientos migratorios que han tenido lugar en los últimos años, mientras que los mayores de 65 años representaban en 2003 un 17,03 por ciento de la población en 2009 este porcentaje se vio reducido hasta el 16,65 por ciento. Este incremento del número de recetas per cápita ha dado lugar a que el gasto por beneficiario se haya incrementado en estos años en más del 30 por ciento, y haya pasado de los 209,32 euros estimados en 2003 a los 272,91 euros registrados a finales del pasado año. Este incremento del gasto por persona, impulsado específicamente por el número de recetas per cápita, es uno de los aspectos que el sector pide desde hace mucho tiempo que se corrija, ya que es la causa estructural de la deriva del gasto en medicamentos de nuestro país.

Medidas por llegar

Pero las medidas puestas en marcha hasta el momento, aunque son las más agresivas para el sector, no son ni mucho menos las únicas que ya están aprobadas. De este modo, en los próximos meses se pondrá en marcha el nuevo SPR y se formalizará la salida de numerosos medicamentos de diagnóstico hospitalario (DH) de las farmacias, con lo que se reducirá su utilización y no se contabilizarán en la factura de recetas. Además, se pretende generalizar la utilización de envases ajustados a las pautas posológicas para cada paciente y se pondrá un límite a la financiación de los tratamientos para los síntomas menores y autocuidado.

Pero entre estas medidas, la más importante en términos económicos será la puesta en marcha del nuevo SPR, que será efectivo en farmacias previsiblemente en enero próximo. Este nuevo sistema, además de generalizar la reducción de precios aplicada a los medicamentos genéricos para todos los productos en el sistema, está diseñado para acelerar aún más las reducciones de precio de los medicamentos. Y es que, los precios de referencia se establecerán por el medicamento más barato de cada conjunto y se contempla la posibilidad de actualizaciones de los precios de referencia siempre que desde la Administración se considere necesario.

Todas estas actuaciones, que suponen en la actualidad un fuerte impacto para el sector, pretenden reducir la presión sobre las economías de los servicios autonómicos de salud, cuyas dificultades presupuestarias y de liquidez podrían impedir el pago de la factura farmacéutica a lo largo de los próximos meses.