Los costes directos e indirectos anuales del alzhéimer alcanzan en Europa los 120.000 millones de dólares
| 2009-07-19T17:18:00+02:00 h |

redacción

Viena

El envejecimiento de la población podría provocar un aumento de la presencia de la enfermedad de Alzhéimer (EA), lo que conllevaría un incremento de costes directos e indirectos para los sistemas sanitarios de los países. Ésta fue una de las conclusiones a las que se llegó en la Conferencia Internacional de la Enfermedad de Alzheimer 2009 (ICAD 2009), que se celebró la pasada semana en Viena. En ella, las farmacéuticas Elan y Wyeth presentaron seis pósters sobre la creciente carga económica que implica esta enfermedad a los sistemas sanitarios, así como los métodos de cuantificación de los mismos.

Según los estudios realizados, en Europa los costes derivados de la demencia alcanzan los 120.000 millones de dólares anuales, mientras que en Estados Unidos la cifra se sitúa en 148.000 millones. En este sentido, destaca que los costes no sólo se derivan de la medicación y atención al paciente, sino que sus allegados y cuidadores pueden sufrir también las consecuencias de la EA al ver descender su calidad de vida. A ello se suman los costes que tienen que asumir los sistemas de salud para el cuidado y tratamiento de los pacientes que sufren demencia y alzhéimer.

A este respecto, Daniel Murman, profesor de la Universidad de Nebraska, afirmó que “no sólo los pacientes con alzhéimer tienen más probabilidades de sufrir otros trastornos graves, como depresión y neumonía, sino que los cuidados que necesitan conllevan un tremendo peaje en sus cuidadores. Significa aumentar la carga y costes económicos tanto a las personas como a los sistemas de salud”.

El acuerdo de Elan y Wyeth

La farmacéutica Wyeth y la biotecnológica Elan colaboran para investigar, desarrollar y comercializar opciones inmunoterapéuticas que puedan usarse para tratar e intentar prevenir la aparición de la EA. Se trata del Programa de Inmunoterapia en Alzheimer (AIP), en el que las dos compañías se comprometieron a investigar la carga de la atención sanitaria y el coste de la EA, además de desarrollar herramientas que ayuden al avance en estos esfuerzos.

El acuerdo también abarca ensayos clínicos conjuntos sobre bapineuzumab DCI. En este sentido, uno de ellos comenzó su fase III en diciembre de 2007 para evaluar la molécula como tratamiento potencial para los pacientes con alzhéimer leve y a moderado.