Tras 40 años de trabajo a pie de una oficina de farmacia y más de un cuarto de siglo de experiencia en funciones de representación colegial, José Antonio Neto asume la presidencia de la Fundación Avenzoar consciente del difícil momento que atraviesa el sector, pero con ganas de luchar por la formación de los farmacéuticos.
Pregunta. ¿Su presidencia dará continuidad al trabajo de la fundación o habrá cambio de rumbo?
Respuesta. La fundación lleva 28 años funcionando y sería absurdo cambiar radicalmente. Voy a seguir la ruta marcada por los anteriores presidentes, con los convenios de colaboración, la lucha para la obtención de la sangre, que es una de las principales facetas que tiene la fundación, las becas… Eso no significa que no vayamos a innovar, porque no vamos a quedarnos parados.
P. Entonces, ¿qué novedades trae a la fundación?
R. Hemos llegado a un acuerdo con la Universidad de Sevilla, una de las más importantes de España, para fundar la cátedra Avenzoar, que para nosotros es un éxito.
P. ¿Es la formación continuada un pilar básico para el boticario?
R. Sí, es fundamental. La formación continuada es cara, pero los colegios tienen que asumirla. No podemos quedarnos aquilatados, porque nos quedaríamos inmovilizados en un futuro.
P. ¿Es ello compatible con este contexto de recortes e impagos?
R. El problema es que la farmacia media no tiene capacidad de absorber los impagos, y la pequeña menos. Los impagos en Sevilla se resolvieron a base de un crédito.
P. Los farmacéuticos viven últimamente pendientes del pago de sus facturas, del BOE, en Andalucía, del BOJA...
R. El que está al pie de la farmacia no sabe de un día para otro lo que puede pasar. En Andalucía tenemos ahora otro problema encima, el de las subastas. ¿Será capaz un laboratorio de abastecer una molécula para ocho millones de habitantes? No lo sabemos.