Los colegios de farmacéuticos se reunieron con Farjas, pero no resolvieron los desabastecimientos por la norma

La consejera les recrimina porque dice que algunas boticas animaron a los pacientes a volver a su terapia habitual

| 2011-03-18T16:45:00+01:00 h |

“No es posible la previsión”

La suspensión cautelar del catálogo priorizado de medicamentos ha vuelto a dejar sin margen de maniobra a las distribuidoras gallegas. El nuevo panorama de cambio ha afectado a un sector que, de momento, no ha sentido los cambios en la prescripción médica, toda vez que se anunciara el pasado día 14 que la norma había sido desactivada de los sistemas de prescripción. Pese a que en su momento se pudo plantear una estrategia respecto a la gestión de stocks, ya que la suspensión obliga a volver a disponer en ellos aquellos fármacos que “ya no parecían necesarios”, tal y como advirtieron desde la Cooperativa Farmacéutica Gallega (Cofaga), tras la incertidumbre constante “no se puede prever ya nada”.

“Ya desisto de ningún tipo de plan de previsión posible ni diálogo posible, vamos actuando sobre la marcha ante el panorama de cambios que se produce en Galicia”, afirmó Miguel Reviejo, presidente de la cooperativa gallega. De momento, Reviejo aseguró que no se ha detectado ninguna irregularidad importante con ninguna molécula en los repartos.

Y es que, para Reviejo, el desabastecimiento verdaderamente problemático ocurrirá si se produce, una vez desactivado el ‘cataloguiño’ del sistema informático de dispensación y de prescripción, una vuelta masiva de los médicos a la prescripción antigua de los pacientes. Pero, tal y como manifestó el presidente de la distribuidora gallega, “aún es pronto para valorar”.

irene fernández

Madrid

Después de dos semanas de desinformación tras la suspensión cautelar del ‘cataloguiño’, los colegios de farmacéuticos de Galicia materializaron finalmente la pasada semana una reunión con la consejera de Sanidad gallega, Pilar Farjas. Querían desbloquear la actual situación, exigir un mayor reconocimiento y resolver los problemas originados por el catálogo priorizado. Acercamiento por parte de Farjas hubo, según reconocieron a EG los colegiados, pero sobre el tema de la suspensión cautelar de la norma y de la situación de desabastecimiento que viven muchas oficinas de farmacia apenas se pasó de puntillas.

Tanto que el Sergas ni siquiera dio una explicación a los farmacéuticos sobre el escrito que les remitió el mes pasado (ver EG núm. 509), en el que les avisaba de que prestasen un especial interés en garantizar la adherencia a los tratamientos, y les recordaba que cumpliesen con la ley al sustituir. “La consejera ha esquivado el catálogo, y en la adherencia nos ha dicho que nos lo explicará por carta y en otra reunión técnica”, afirmó Vicente Jairo Álvarez, vicepresidente del COF de Orense.

No fue todo. La consejería, además de evitar abordar la problemática del ‘cataloguiño’, recriminó a los colegios de farmacéuticos “que algunas boticas habían animado a los pacientes para que volvieran a sus tratamientos originales”. “No es motu proprio de las farmacias hacer eso”, contestó Álvarez. “Sólo hemos informado a los pacientes, los cuales, en muchos casos, aunque el Sergas lo desconozca, sí nos han presionado para que les dispensáramos su medicación habitual. Lo único que podíamos decirles es que lo consultaran con su médico”, continuó.

Muchas de las dudas planteadas por los COF tras la suspensión de la norma han dejado de tener sentido. La única que quedaba en el aire era “la sustitución por parte de las farmacias para garantizar la adherencia”, tal y como señalaron desde el colegio coruñés. Duda que sigue sin estar resuelta. Ahora, las farmacias empiezan a notar un descontrol en los stocks. “Hemos observado desabastecimiento en algunas especialidades genéricas de precio menor”, dijo Álvarez. Sobre todo, recalcó, afecta a las farmacias pequeñas situadas en los pueblos, donde es más difícil de demostrar y detectar.

“Es absolutamente imposible, aunque quisiéramos, cumplir al cien por cien la adherencia al tratamiento según la prescripción médica”, matizó Álvarez. ¿Un ejemplo? Existen más de 60 presentaciones diferentes de omeprazol DCI y algunas ni siquiera se comercializan en Galicia. Por tanto, “siempre vamos a tener que sustituir si nos indican una determinada”, aseguró. Además, como advirtieron desde la Federación de Farmacias de Galicia, a las boticas les es imposible realizar pedidos amplios sin saber cuánto durará la suspensión.

Cupón precinto

Otro asunto puesto sobre la mesa en la reunión entre los colegios y el Sergas fue el del cupón precinto. Desde el pasado mes de enero los farmacéuticos se han visto obligados a recogerlo, pese a haber pagado el coste del sistema de receta electrónica de las farmacias. A ello se suma la intención del Sergas para que la farmacias desarrollen un aplicativo con el que la consejería pueda controlar mejor esta recogida. La propuesta originó discrepancias entre los propios colegios. Así, el de Pontevedra pidió la división por provincias del modo único de e-receta, a lo que se opusieron la semana pasada el resto de colegios. “Si se divide creemos que sería perjudicial para la profesión, y más difícil llegar a negociaciones”, dijo Álvarez.

Los presupuestos de las farmacias para este año no contaban ni con el coste que supone recoger el cupón precinto ni con el mantenimiento del aplicativo que el Sergas quiere implantar. Desde Orense ya lo han manifestado: “Nos están descuadrando los presupuestos por todas partes”.