Deshabilitan la norma de la dispensación por su implicación de cara al usuario

Ahora el colectivo se enfrenta a graves problemas de gestión de pedidos y ‘stocks’

| 2011-03-11T16:33:00+01:00 h |

irene fernández

Madrid

En medio de la confusión generada en Galicia tras la suspensión cautelar del ‘cataloguiño’, el sentido común reinó entre los farmacéuticos. El catálogo priorizado, paralizado tras la aceptación a trámite del recurso promovido por el Gobierno contra la Ley de Racionalización del Gasto de Galicia por parte del Tribunal Constitucional, se entiende suspendido desde el 11 de febrero para Xunta y Estado, y desde su publicación en el BOE para terceros. Pero, a pesar de que, al cierre de esta edición, no había sido publicado en el BOE, los colegios de farmacéuticos tomaron una decisión: desactivar la norma de los sistemas de dispensación.

“Nuestra asesoría jurídica dijo que al tener una implicación de cara al usuario en la suspensión debíamos dispensar ya los medicamentos conforme al nomenclátor estatal”, explicó Héctor Castro, miembro del COF de La Coruña. De esta forma, y dado que la paralización de la norma influye en la prescripción y en la dispensación, los colegios dieron instrucciones al responsable de receta electrónica y a los de gestión de los programas informáticos de las boticas para que adaptasen los sistemas.

Acto seguido, los cuatro colegios gallegos informaron de la desactivación a sus colegiados y a la consejería. Pero, por parte del Sergas ni hubo respuesta ni comunicación oficial. “Nos sentimos totalmente desinformados”, enfatizó el colectivo. De hecho, estaba prevista para el 14 de marzo una reunión entre los COF y los responsables del Servicio Gallego de Salud, pero a última hora se suspendió por motivos de agenda.

Límites en los sistemas

Las farmacias ya tenían una parte ganada en la desactivación de la dispensación. El Sergas deshabilitó los límites puestos en estos sistemas informáticos, que se basaban en la marcación de las moléculas como dispensables o no. Otro asunto es el del sistema de prescripción. El departamento que dirige Pilar Farjas informó a los médicos de la libertad para prescribir cualquier fármaco que estimen, y aseguró que se desactivará el catálogo de la receta electrónica, pero que requerirá un tiempo. Así, mientras la norma no desaparezca de este sistema los fármacos no incluidos tendrán que prescribirse en papel.

De momento, las primeras recetas en papel de fármacos que se encontraban fuera del ‘cataloguiño’ han empezado a llegar a las farmacias. Suelen ser casos puntuales de médicos que en este tiempo intentaron mantener la medicación original al paciente, según señalan desde el COF de La Coruña. Se trata, sobre todo, de tratamientos oncológicos o anticoagulantes. “Ahora, estas recetas en papel cuentan con la diferencia de que podemos dispensarlas con cargo al Sergas”, aclararon desde el colegio. Aunque el colectivo matizó que en estos dos meses exprés de vigencia de la norma la dispensación de medicamentos fuera de catálogo “fue residual”.

Tras la suspensión, ¿se acaba entonces con la inseguridad jurídica? Los boticarios estimaron que algo sí, pero que la situación de incertidumbre no está lejos de disiparse. Ahora, se preguntan si los médicos prescribirán los tratamientos anteriores a la norma. Y es que, en estos dos meses un porcentaje importante cambió la terapia a sus pacientes para adecuarse al ‘cataloguiño’. “Estamos expectantes a ver qué prescriben, tanto desde distribución como desde las farmacias”, aseguró Castro.

Se enfrentan a graves problemas de gestión de pedidos y de stocks. “El mayor problema es el desabastecimiento que se lleva produciendo. La fluvastatina, los ibuprofenos… Son innumerables los suministros irregulares”, se quejó Ana Prieto, presidenta del COF de Lugo. Además, a todo esto habría que añadir la intensificación de la labor informativa. “Algunos pacientes ya nos preguntan y exigen que les sustituyamos por el fármaco que tomaban antes, pero a veces tenemos que explicarles que aunque se haya suspendido el catálogo si la prescripción médica no ha variado no podemos hacerlo”, indicó. “A los farmacéuticos nos esperan cinco meses de expectación”, concluyó.