Alberto Cornejo Madrid | viernes, 01 de julio de 2016 h |

Balance del primer año
“Hemos conseguido que la clase política entienda el papel que pueden jugar sus 85.000 farmacéuticos”

Nuevos servicios
“No acabo de entender que en España tengamos que demostrar una eficacia que ya está demostrada en Europa”

Sistema de verificación
“El Sevem no es un Gran Hermano; la Aemps solo debe acceder a los datos que le permitan los actos delegados”

Solo cuando se le recuerda que esta entrevista tiene por objetivo hacer balance de su primer año al frente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), Aguilar cae en la cuenta de que se ha cumplido la efeméride. “El 24 de junio, día de San Juan”, recuerda rápidamente. Bingo. Si hubiese medidores de palabras en aquellos foros a los que ha acudido en los últimos 365 días, conceptos como ‘DH’, ‘avance asistencial’ o ‘Declaración de Córdoba’ coparían el podio. Por otra parte, Aguilar lamenta que buena parte de este primer año haya pasado sin Gobierno “estable” con el que interlocutar.

Pregunta. El primer balance se lo dejo a su propia valoración.

Respuesta. El balance es positivo. En las dos últimas elecciones generales—diciembre y junio— los programas de los partidos han dado cabida a la farmacia y al papel que tiene que tener el farmacéutico. Hemos conseguido que la clase política entienda que tiene una importante herramienta en sus 85.000 farmacéuticos. Este cambio, junto al desarrollo de esa hoja de ruta que es la ‘Declaración de Córdoba’, ha sido lo que ha marcado este año y marcará los próximos. Siempre decimos que la farmacia asistencial ha venido para quedarse y en eso estamos.

P. Respecto al 26-J, ¿cree que la sociedad, y la Farmacia en particular, necesitan ya un Gobierno estable?

R. Cuando acudimos a votar, lo hacemos para eso: para contar con un Gobierno. Si no lo hay, es un fracaso. Yo no tengo claro que hayamos salido de la crisis, y en épocas de crisis es cuando más se necesitan gobiernos estables.

P. Habrá quien piense que con Gobiernos en funciones, se ‘evitan’ sustos para la Farmacia en forma de decretos, etc. Pero la farmacia también necesita un Gobierno estable que tome decisiones en DH, estrategia sociosanitaria… ¿No?

R. La farmacia es como la propia sociedad, habrá medidas que nos vendrán mejor y otras que nos vendrán peor. Aunque haya negativos precedentes, siempre será mejor que haya un Gobierno estable con el que la farmacia pueda dialogar y avanzar.

P. No parece ser que la Farmacia vaya a ser un problema a la hora de alcanzar pactos, ¿no?

R. Creo que hay un acuerdo de cómo se valora la farmacia ‘escrito’. No digo que antes no lo hubiera, pero ahora está escrito, en los programas. En las reuniones que hemos mantenido con los partidos hemos detectado que son conscientes que hay que avanzar en la integración del farmacéutico. Seguro que cada cual tiene sus formas y vías, pero ahora tenemos un Acuerdo Marco con Sanidad sobre el que se puede avanzar.

P. ¿Tienen previsto insistir en esta legislatura en la supresión de algún decreto, véase RD 5/2000?

R. Soy partidario de que todas aquellas medidas que fueron tomadas en origen por una “excepcionalidad” en la que ya no está el país, como fue este decreto, no deberían existir actualmente. Ahora bien, a la hora de centrarnos en reivindicaciones de este tipo, prefiero que se supriman normas que afectan por igual a todas las farmacias.

P. ¿Por ejemplo?

R. El RD 8/2010 (el que establece las deducciones en cascada del 7,5 por ciento sobre el precio de los fármacos).

P. En los encuentros previos al 26-J que mantuvo el CGCOF con los partidos, ¿qué pareceres constató sobre la dispensación de fármacos de Diagnóstico Hospitalario (DH) e innovaciones?

R. Creo que existe una sensibilización importante en el ámbito político, sobre todo porque es un asunto de sentido común y profundamente injusto para los ciudadanos. Ahora tenemos que ser capaces de buscar las vías que reviertan esta clasificación de los medicamentos por criterios económicos y no sanitarios.

P. ¿Alguna formación expresó su compromiso de devolver a las boticas los DH que han salido de este canal?

R. No quiero hablar de lo que ya está pasado. Prefiero centrarme en el futuro, en lo que viene a partir de ahora. La lucha no es tanto la vuelta de estos medicamentos que ya han salido, que también, sino que las decisiones venideras no se sigan tomando de esta manera y sigan incumpliendo la normativa respecto a dónde deben estar estos medicamentos.

P. En esta ‘lucha’ para su dispensación en farmacia comunitaria, tenéis el apoyo de la distribución y de la industria; también los propios farmacéuticos de hospital dicen estar “sobrepasados” por la mayor atención a pacientes externos. ¿Está la Administración sola contra el mundo?

R. Tal cual. Lo comparto.

P. Nadie parece dudar de que las causas son económicas, ¿Están trabajando en nuevos modelos de dispensación que plantear a la Administración?

R. Estamos trabajando junto con el resto de agentes de la cadena para que a corto plazo podamos ofrecer nuevas fórmulas. Sabemos que no es fácil, por las propias condiciones de compra de estos medicamentos. La farmacia comunitaria tiene unas condiciones legales de compra de medicamentos que no son las que tiene la farmacia hospitalaria. Tendríamos que estar en igualdad de condiciones para que estos medicamentos estén en la botica. Tenemos claro que nuestro compromiso debe ser que cualquier nuevo modelo no le cueste más dinero a la Administración. Tenemos que hacer un esfuerzo entre todos, pero si hay quien ha hecho esfuerzos es la farmacia comunitaria. Lo que más me duele de todo esto es que se haya hecho por la puerta de atrás; y, en concreto, por Administraciones con las que la farmacia siempre ha colaborado.

P. ¿Son las vacunas —su reciente regreso a las farmacias— el mejor precedente de marcha atrás respecto a una medida que no tenía sentido?

R. Sin lugar a dudas. Ni los farmacéuticos ni los ciudadanos, ni el resto de países de nuestro entorno, entendían qué estaba pasando con estas restricciones de acceso. Se creó una alarma social innecesaria, cuando se necesitaba justo lo contrario: potenciar y facilitar la vacunación. Siempre dije que las vacunas tienen que estar en la farmacia.

P. Al hilo de las vacunas, ¿cómo se ve desde su institución que haya laboratorios que aún no hayan sido capaces en casi un año de restaurar el suministro de estos productos a las boticas?

R. De partida, creo que es un problema de globalización. Cualquier empresa que tenga un problema con alguna materia prima hace que se extienda a todo el mundo. Otro aspecto es la gestión de precios. Cuando se trabaja con franjas tan diferentes de precios a nivel internacional, entiendo que es más difícil que lleguen en tiempo y forma. Más aún con las vacunas, que tienen unos plazos y ventanas de producción más concretas. Además, si una Administración nacional toma decisiones para sacar tus productos del calendario vacunal, es lógico que el fabricante cambie sus estrategias de producción para ese país y luego cueste atender de nuevo la demanda.

P. Estas faltas han provocado la proliferación de anuncios de estos productos en plataformas como Wallapop. ¿Notan que ha descendido este fenómeno tras alertar de ello?

R. En este asunto soy muy talibán. No discuto el papel de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o de la Aemps en su rapidez para retirar estos anuncios o cerrar webs. Pero el objetivo debe ser que ni tan siquiera puedan subirse a la Red anuncios así. Hay que desarrollar las leyes necesarias que impidan esto.

P. Pasemos a otro apartado: el asistencial. En una anterior entrevista nos aseguró que la Estrategia Sociosanitaria “demostrará si se cree o no en la farmacia. ¿Se mantiene en ello?

R. Sí, y me preocupa que cada comunidad está haciendo lo que considera oportuno, por ejemplo, respecto a la atención a residencias. Esa dispersión es negativa. El papel que debe jugar la farmacia comunitaria en la atención sociosanitaria debe ser mayor, más reglado y protocolizado. Con la atención a los centros, como con los DH, noto en las Administraciones cierta ansia para que sea asumida por los hospitales, lo que pone más en riesgo la situación económica de muchas farmacias. No se está haciendo el esfuerzo de apostar por la farmacia comunitaria.

P. Nuevos servicios: ¿seguimos anclados en tener que demostrar su eficacia antes de hablar de implantación y remuneración?

R. Algunos de los proyectos que estamos haciendo desde el CGCOF como el ConSIGUE, Hazfarma, etc., ya están demostrados en el partenariado europeo, y, aún así, aquí en España tenemos que demostrarlo. No acabo de entenderlo. Si nuestros compañeros europeos han demostrado que es bueno para los ciudadanos y el sistema, no hay más que demostrar. Hemos pasado ya la fase de demostrar; ahora las Administraciones deben pronunciarse.

P. ¿Hay pues detrás reticencias de índole económica, como con los DH?

R. Volvemos a hablar de lo mismo, sí. También es cierto que este auge asistencial no ha coincidido con los mejores momentos económicos del país. Hay que ser realistas. En estas épocas de crisis es difícil que la Administración hubiese podido apostar económicamente por estos servicios, aunque hubiese querido. Pero ha llegado el momento de devolver a la farmacia todo lo que ha contribuido en estos años al sistema y, paralelamente, que la farmacia ayude así más al paciente. Las Administraciones deben mirar a plazos más allá de cuatro años, porque este tipo de servicios quizás generan más beneficios a largo plazo, y no tan palpables a corto.

P. Otro asunto: ¿en qué punto se encuentra el desarrollo del sistema de verificación de medicamentos al que obliga Europa?

R. Ya hemos constituido —CGCOF, Aeseg, Farmaindustria y Fedifar— la sociedad para ello (Sevem). Los farmacéuticos estamos preparados. No nos preocupa en exceso, porque es un sistema parecido a la receta electrónica, y en eso los colegios sabemos mucho. Hay otros actores a los que este sistema puede resultarle más complejo. Creo que podemos ser uno de los primeros países en tener implantado este sistema, aunque la velocidad la marcará la industria. Hemos alcanzado un acuerdo muy sólido. Las diferentes interpretaciones que podía haber están solucionadas.

P. Respecto al aprovechamiendo de este sistema para incluir información añadida, ¿es partidario de que recoja lo justo, sin volverse locos?

R. El Sevem se ha constituido para incluir la información obligatoria del medicamento y los precios notificados. Creo que es suficiente.

P. Otra controversia: ¿es partidario de que la Aemps tenga libre acceso a la información del sistema, o solo a lo que le repercuta?

R. La Aemps solo debe acceder a aquello que le permitan los actos delegados. El Sevem no es un Gran Hermano.

P. La última. A la vuelta del verano, la profesión tiene una cita en octubre en Castellón en el XX Congreso Nacional Farmacéutico. ¿Será difícil superar la edición predecente, de la que surgió la Declaración de Córdoba?

R. Como mantra, los farmacéuticos siempre avanzamos. Y este congreso será un avance respecto al anterior. Castellón, como Córdoba, también tendrá su importancia en el camino asistencial que sigue la farmacia.

En las dos últimas elecciones generales, los programas de los partidos han dado cabida a la farmacia y al papel del boticario”

Si hay que reivindicar la supresión de un decreto, antes que el 5/2000 prefiero otros que afectan por igual a las farmacias, como el 8/2010”

Como en los DH, noto cierta ansia en las CC.AA. para que la atención
a residencias sea asumida por los hospitales”

Dispensación de DH
“La lucha no es tanto en la vuelta de los que han salido, sino en que las decisiones venideras no se tomen así”