Las compañías nacionales creen que la internacionalización “favorece la sostenibilidad”
| 2009-09-06T17:21:00+02:00 h |

a.c.

Santander

“De nada vale ser una importante compañía a nivel nacional si no tienes presencia en el exterior. El verdadero mercado está fuera de nuestras fronteras”. Así de tajante se mostró Antonio Morales, director de operaciones internacionales de Laboratorios Almirall, al ser preguntado por la importancia que tuvo para su compañía la decisión de expandirse más allá de nuestras fronteras.

Para Morales, resulta “más importante ocupar el puesto 60 en el ranking internacional que ser la cuarta compañía a nivel nacional”, tal y como indicó durante su intervención en la mesa redonda sobre “Internacionalización de las empresas farmacéuticas nacionales”, que tuvo lugar en la jornada vespertina del 31 de agosto dentro del IX Encuentro de la Industria Farmacéutica.

La apuesta realizada por Almirall se ha convertido con el paso del tiempo en una decisión correcta, puesto que “de no haber sido por la actividad internacional, esta compañía hubiera visto estancado su crecimiento”, recordó Morales. Gracias a esta expansión, Almirall cerró 2008 con una facturación de 903 millones de euros, lo que supuso un crecimiento del 14 por ciento respecto al año anterior, de los cuales 369 millones, el 40 por ciento, se ingresaron gracias al mercado internacional.

Esta opinión fue compartida por los representantes de otras compañías que también emprendieron esta aventura, como Laboratorios Juste o Grupo Ferrer, compañías de origen familiar, “lo que dificulta mentalizar a las familias de las ventajas de la expansión frente a los también elevados riesgos”, indicó Rafael Juste, presidente de Laboratorios Juste y miembro de la tercera generación de gestores de esta empresa.

Algunos de esos riesgos no son otros que los de “encontrar socios locales que entiendan el negocio, ajustarse a las normas regulatorias de cada país y hacer frente a las dificultades productivas de cada región”. Como en el caso de Almirall, la decisión de su compañía, basada en la creación de sociedades conjuntas en aquellos países donde quería instalarse, fue la correcta. “No cabe duda que ha sido acertada”, sentenció Juste.

Formas de expansión

Laboratorios Juste optó por la creación de sociedades, pero a la hora de expandirse internacionalmente las fórmulas son variopintas. Por ejemplo, Almirall alternó la expansión de productos propios con los acuerdos in con otras compañías: bien a través de la adquisición de sus productos bien con la adquisición de la empresa en su conjunto. En este sentido, destaca que la compañía catalana cuenta con 11 afiliadas propias y 50 partners a nivel mundial.

Por otra parte, compañías como Grupo Ferrrer, que inició su expansión en 1970 con la compra de la alemana Thomson, han apostado por una estrategia a base de joint ventures y por la distribución de fábricas por todo el mundo. Así, de sus 12 centros de fabricación, 6 se encuentran en el extranjero, lo que tiene su justificación en que, tal y como señaló Jorge Ramentol, director ejecutivo de Ferrer Internacional, “el mayor valor del euro frente al dólar hace más importante producir fuera de España”. Así, vaticina que “el negocio internacional aportará el 50 por ciento de las ventas de Ferrer en los próximos años”.