Las multinacionales presentaron en España su alianza en diabetes para 20 años

Patrouillard y García Garrido apostaron por este tipo de acuerdos para el futuro

| 2011-07-01T19:40:00+02:00 h |

MARTA DUEÑAS

Madrid

Orgullosos, satisfechos e ilusionados. Así se mostraron Eric Patrouillard y Manuel García Garrido, los máximos representantes en España de las multinacionales farmacéuticas Lilly y Boehringer Ingelheim (BI), respectivamente, durante la presentación en España de la alianza en diabetes que une a ambas compañías. Un pacto que para García Garrido “tiene mucho de innovador y de único”, y que congrega el potencial de ambas farmacéuticas en esta área terapéutica por un periodo máximo de una veintena de años.

El acuerdo consiste en “aunar los portfolios de dos compañías investigadoras para tratar de dar respuesta a todos los pacientes diabéticos, si es posible, en cualquier fase de la enfermedad en la que se encuentre”, explicó García Garrido. Y es que, cabe recordar que el grupo de candidatos que comparten con esta alianza de investigación, desarrollo y comercialización de hasta cinco compuestos responden a indicaciones para diferentes fases de la enfermedad. Unos fármacos de los que, tal y como precisó García Garrido, se esperan resultados en “una década en la que habrá lanzamientos constantes”.

Con este “matrimonio”, según lo definieron los responsables de ambas compañías, tanto Lilly como BI hacen una clara apuesta por este tipo de modelos participados de cara al futuro, tanto para el desarrollo de la investigación como para el de la industria farmacéutica. “La ciencia tiene que ser colaborativa, hay que aunar fuerzas”, explicó Patrouillard, que matizó que “la investigación individual ha acabado, tenemos que encontrar la forma de que los matrimonios funcionen”.

Y es que, para el presidente y consejero delegado de compañía americana en España, la máxima de este tipo de fórmulas de cooperación es que “te permiten continuar y avanzar en innovación”. Además, explicó que con este tipo de alianzas “repartimos riesgo, también el beneficio e incrementamos la fuerza”. En este sentido, García Garrido se refirió al carácter del acuerdo que les une. “Con este proyecto a largo plazo se divide el riesgo que para una farmacéutica supone el desarrollo de un fármaco que no está en sus fases avanzadas de investigación”, resaltó. Un proceso cuyo coste “puede ser de mil millones de euros”, recordó Patrouillard.

Y parece que la fórmula empieza a dar sus resultados. Así, ya ha visto la luz el primer fruto de este matrimonio: el antidiabético oral linagliptina DCI, que ya se abre camino en el mercado. Cuatro meses después del anuncio de esta alianza, en mayo de este mismo año, la Food and Drug Administration (FDA) aprobó la comercialización de este fármaco en Estados Unidos para el tratamiento oral de la diabetes tipo 2 en adultos. Además, el pasado 27 de junio, el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) de la Agencia Europea del medicamento (EMA) emitía una opinión positiva para la comercialización de linagliptina en el continente europeo.

Ambos dirigentes celebraron la opinión favorable del organismo europeo que abre la puerta a este mercado de un nuevo tratamiento que se espera llegue a España el primer trimestre de 2012. Se trata de un compuesto engendrado íntegramente dentro de las filas de la compañía alemana y del que Lilly se ha podido beneficiar previo pago de 300 millones de euros.