carlos b. rodríguez Madrid | viernes, 27 de enero de 2012 h |

Desde su nuevo puesto en el Paseo del Prado 18, la secretaria general de Sanidad, Pilar Farjas, habrá observado con orgullo que Galicia fue la comunidad autónoma que registró una mayor reducción de su factura farmacéutica en 2011: un 10,96 por ciento, algo debido en parte a que fue la segunda que más redujo el gasto medio por receta (un 12,44 por ciento). Junto a la región gallega, Aragón, La Rioja y Castilla-La Mancha conformaron el conjunto de administraciones que más bajaron su factura (todas cerca del 10 por ciento).

Pero el comportamiento autonómico todavía muestra desequilibrios importantes que tienen que ver con la dispar evolución de las variables. Baleares es aún uno de los casos más llamativos. Fue la primera comunidad autónoma en reducción del gasto medio por receta en 2011 (un 14,04 por ciento), pero del conjunto de las 17 administraciones regionales fue la que menos redujo su factura farmacéutica: un 6,94. ¿El motivo? El número de sus recetas creció un 8,27 por ciento, frente a una media nacional del 1,62 por ciento.

El Ministerio de Sanidad y las comunidades se felicitaron mutuamente por los datos oficiales del gasto a través de receta de 2011, enmarcados más que nunca en un necesario contexto del uso racional de los medicamentos, a pesar de que los mecanismos de reducción del gasto no han racionalizado todos sus componentes. Efectivamente, el gasto en farmacia, con una reducción del 8,8 por ciento anual, está ya en niveles de 2007 y el gasto medio por receta ha vuelto a los valores del año 2001. Nadie, sin embargo, ha mostrado su preocupación porque la otra variable, el número de recetas, haya vuelto a crecer, a pesar de haberse invertido la tendencia de crecimiento de la población.

En 2011 el número de habitantes disminuyó casi en 70.000 personas, por primera vez tras aumentos continuados durante la última década. Se trata de un punto que refleja claramente que el factor ‘recetas per cápita’ está descontrolado. En 2010, cuando la población censada, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), superaba los 47 millones, el número de recetas per cápita fue de 20,3. El año pasado, en cambio, cerró en 20,7.

El dato no ha pasado desapercibido para todos. En Cataluña, por ejemplo, en 2011 volvieron a crecer un 2 por ciento el número de prescripciones dispensadas, mientras que el gasto anual disminuyó en un 7,8 por ciento gracias a una disminución del gasto por receta del 9,6 por ciento. El economista Pere Ibern destaca en su blog que el dato preocupante es el crecimiento de recetas per cápita, que aumenta “sin ninguna explicación”, y no hay indicadores de que la población esté “más enferma o afectada por una epidemia”.

‘Lifting’ rejuvenecedor

Tras 20 meses de bajadas ininterrumpidas, tendencia que empezó en junio de 2010, hoy, más que nunca, es posible decir que los años no han pasado para la factura farmacéutica y tampoco para el gasto medio. A este respecto, los datos de 2011 reflejan además algo importante. Noviembre fue el primer mes en el que entró en vigor, a efectos de gasto público, las medidas de reducción del gasto farmacéutico contenidas en el Real Decreto-ley 9/2011, fundamentalmente cambios en el sistema de precios de referencia, agrupaciones homogéneas y deducciones del 15 por ciento.

Precisamente en los datos correspondientes a noviembre y diciembre se observa una nueva aceleración de las reducciones del precio medio por receta, que pasa de rebajas de entre el 5 y 6 por ciento de los meses previos a regresar a niveles próximos al 10 por ciento. En concreto, en noviembre bajó un -9,5 por ciento y en diciembre un -9,1. Además, en estos dos meses el incremento del número de recetas ha resultado negativo, lo que ha llevado el gasto a una reducción del gasto en la suma de los dos últimos meses de 2011 del 11,3 por ciento.

Esta situación supone para Farmaindustria “un primer aviso” de lo que ocurrirá mes tras mes con el gasto farmacéutico público en España a lo largo de 2012, ya que los impactos negativos que traerá consigo el Real Decreto-ley 9/2011, así como las recientemente publicadas resoluciones de precios de referencia, “pueden sobrepasar ampliamente los diez puntos negativos de caída del mercado durante el año 2012”, según publica la patronal en su último Boletín de Coyuntura.