Meses después de su nombramiento como directora general de IMS Health, Concha Almarza, explica a EG los retos que afronta su compañía después de la adquisición de Cegedim. Una nueva etapa que llega en un momento en el que el sector se enfrenta a una gran incertidumbre, con cambios normativos constantes y un ambiente pre electoral que deja muchos interrogantes por responder.
Pregunta. En abril completaron la adquisición de Cegedim ¿Cómo está siendo la integración?
Respuesta. La integración está siendo muy sencilla porque somos absolutamente complementarios. Hace años, en IMS, nos centrábamos en el servicio clásico de información y fuimos evolucionando en construir una oferta de servicios para ayudar a las compañías a utilizar los datos de una manera más eficaz. Vas alcanzando tu nivel de crecimiento, pero nos faltaba la pata de la tecnología. Decidimos apostar por ser socio como herramienta de inteligencia; poder ayudar a definir los indicadores que tiene que utilizar para soportar la toma de decisiones. No disponíamos de masa, ni teníamos contacto con el cliente en este área así que podíamos construirlo poco a poco o adquirir una compañía experta como Cegedim. Es muy enriquecedor poder darle una vertiente nueva al negocio.
P. -Lleva unos meses como directora general de IMS ¿ Qué balance hace de esta nueva etapa?
R. Llevo ya catorce años en IMS. Entré en un momento en el que la compañía comenzaba a construir nuevos servicios. La percepción que el sector salud tiene de nosotros no tiene nada que ver con la que tenía hace 15 años; cómo nos acercamos al cliente, cómo somos capaces de ofrecer un servicio más completo y, sobre todo, cómo se comunica. Hemos cambiado radicalmente la forma de darnos a conocer al exterior. Ha sido muy enriquecedor ayudar a construir nuestro punto de vista, y es lo que me gustaría seguir haciendo.
P. En estos últimos años el sector ha cambiado por completo, ¿no?
R. En cierto modo ha sido una oportunidad para nosotros. Las compañías han tenido que dar una vuelta; han cambiado los procedimientos, como se da valor a la inversión, etc. Para nosotros se presentan muchas más oportunidades porque las compañías necesitan hacer las cosas de una forma diferente, necesitan ayuda y nosotros tratamos de darles el punto de vista externo necesario para adoptar ese proceso de evolución que al final tienen que adoptar.
P. El sector se ha enfrentado a años de incertidumbre, ¿En qué punto se encuentra?
R. Constantemente se han ido cambiando las reglas del juego. Es necesario disponer de un entorno donde poder tomar unos supuestos que te marquen como se podrá evolucionar, pero si te lo cambian cada cuatro meses durante dos años es muy difícil de gestionar. Lanzar un nuevo producto al mercado lleva muchísimos años de investigación y de antelación y la incertidumbre del cambio hace que sea muy difícil. Y seguimos en la misma línea. Cuando entró en vigor el Real Decreto 16/2012 se pensaba que ya había parado, pero llegaron diferentes OPRs, ahora el borrador del Real Decreto de Precios, etc. Desde el punto de vista de predictibilidad es muy difícil poder gestionar el entorno.
P. Además ahora se acercan las elecciones generales.
R. Es verdad que la situación política hace al modelo aún más impredecible pero podemos observar que nuestros gobiernos ahora están abocados a una necesidad de diálogo y acuerdo que hasta ahora no tenían. Antes o después lo que tendrán que hacer todos los agentes del sector es colaborar más allá de los colores políticos para buscar eficiencias.Hay fármacos como los de la hepatitis C que sería un pecado que no se adoptase un modelo para financiarlos, pero tienen que colaborar porque no podemos tenerlo todo y lo primero es que todos los agentes del sector lo reconozcan. Hay que enseñar al pagador y al proveedor a maximizar la utilización de la información para aumentar la eficacia. Las grandes ‘farmas’ estarían encantadas de poder ayudar a buscar modelos eficaces pero hay mucha desconfianza y muchas barreras.
P. ¿Cuáles son las claves para poder asumir todas las innovaciones?
R. El proveedor tendrá que demostrar el valor y fijar el precio en función del mismo y para ello hay que definir un modelo y ya se trabaja en ello. Además, habría que reinvertir los ahorros en financiar innovación.
P. El sector del genérico también ha tenido que enfrentarse a cambios difíciles, ¿no?
R. Es verdad que han tenido que afrontar medidas difíciles como las reducciones de precio, pero a la vez se han producido grandes pérdidas de patente y eso les ha ayudado a compensar. Sobre todo llama la atención el crecimiento de compañías con un nivel de inversión mínimo en España que aprovechan oportunidades como las subastas de Andalucía. También cómo el resto de compañías mantienen ese modelo en Andalucía, porque ni el cien por cien de los genéricos están adjudicados ni el cien por cien de los adjudicados se suministran y el resto de compañías tienen que asumir esos desabastecimientos. Pero si el modelo de subastas se extiende a otras comunidades las compañías tendrán que transformarse absolutamente porque cambia el decisor y su modelo comercial.
P. ¿Cómo ve la evolución del mercado de biosimilares?
R.Todavía tiene que empezar. El biosimilar tiene una primera barrera clínica. No todos los clínicos están convencidos al cien por cien del valor del biosimilar. El primer salto que tiene que dar la compañía es demostrar su valor. También la administración tiene que situar al biosimilar en un rol mucho más específico porque no es igual que el genérico y es responsabilidad de la administración poner esas reglas del juego. No sé cuanto se tardará, ni cómo se hará pero no creo que ningún estado se permita el lujo de hacer lo que se hizo con los genéricos. No puedes dejar de utilizar una palanca de reducción del coste como esta.
P. La farmacia también ha tenido que adaptarse, ¿Deben seguir apostando por el Consumer Health?.
R. Por definición. Hay que tener en cuenta que en los últimos años perdió un 15 por ciento en facturación y eso ha supuesto un cambio brutal. El farmacéutico tiene que aprovechar la oportunidad que le ofrece el modelo actual, recuperar su papel de profesional experto en salud y recuperar su presencia en ciertos segmentos como la dermocosmética, nutrición, etc.
