El índice Global finalizó en estos primeros diez años con pérdidas del 8,4%
Pese a ello, en el último año consiguió salir de la senda bajista y cerró en positivo
L. Díaz
Madrid
El Índice Global comenzó su andadura en 2000, creado como un termómetro para realizar seguimiento del comportamiento del sector farmacéutico en las bolsas internacionales. Se trata de un indicador, integrado exclusivamente por valores farmacéuticos, con presencia de empresas con base en los principales mercados mundiales (americanas, japonesas, alemanas, suizas, británicas…). Su valor se calcula como ponderación de la cotización de cada uno de sus integrantes por su capitalización bursátil. Este índice comenzó tomando el valor 100 y desde entonces ha oscilado dentro de un amplio rango, llegando a alcanzar máximos superiores a 140 y bajando hasta caer por debajo de 80. Actualmente el valor se sitúa en el 91,6, lo que implica que en esta primera década de existencia acumula una rentabilidad negativa del 8,4 por ciento.
El Índice Global está actualmente integrado por 28 valores, si bien su composición ha ido variando a lo largo del tiempo, bien por fusión entre algunos de sus componentes (por ejemplo, recientemente Pfizer y Wyeth), bien por incorporación de nuevos valores (últimamente se han incorporado 6 nuevas compañías: Amgen, Astellas, Gilead, Grifols, Merck KGaA y Rovi).
Su composición geográfica se distribuye de la siguiente manera: un 36 por ciento de los valores pertenece al área dólar y aporta el 48 por ciento de la capitalización; un 39 por ciento pertenece al área euro y aporta el 13 por ciento de la capitalización, mientras que al área resto pertenece el 25 por ciento de las empresas integrantes y aporta una capitalización del 39 por ciento del total.
En estos primeros 10 años de existencia cabe señalar que los valores con mayor capitalización han mostrado por lo general una mayor estabilidad en su comportamiento, con líneas de evolución más marcadas y con oscilaciones menos intensas que las mostradas por los valores más pequeños. Especialmente volátiles han sido en este periodo los valores pertenecientes al sector de biotecnología, con rangos de oscilaciones muy amplios.
Si algo ha caracterizado al Índice Global en estos años ha sido un perfil claramente anticíclico, con oscilaciones más moderadas que las de la media de los mercados: en momentos alcistas el Índice Global ha participado de estas subidas pero sus ganancias han sido más moderadas, mientras que en periodos bajistas este indicador ha mostrado una mayor resistencia al descenso, convirtiéndose en esos momentos la industria farmacéutica en una opción refugio muy interesante para los inversores. El motivo de este comportamiento anticíclico viene determinado por la particularidad del sector farmacéutica de presentar una demanda poco elástica a los ciclos económicos.
En este periodo de existencia cabría destacar dos fases claramente definidas en la evolución del Índice Global: un primer periodo alcista, que abarca aproximadamente la primera mitad de la década, años en los que este indicador llegó a obtener importantes rentabilidades, destacando especialmente las elevadas plusvalías que llegaron a alcanzar los valores biotecnológicos; y una segunda mitad en la que este indicador ha evolucionado a la baja, movimiento que se acentuó especialmente en 2008, año en el que llegó a marcar su mínimo histórico. Fue precisamente en 2008 cuando este índice mostró mayor solidez en un escenario de derrumbe de los mercados. De ahí, que aun siendo un año tremendamente negativo para este indicador con una pérdida interanual del 15 por ciento, ésta fue sustancialmente menor que las correcciones que sufrieron los mercados que en algunos casos llegaron a rondar hasta el 45 por ciento.
2009 ha sido sin embargo un ejercicio de recuperación, ya que tras un comienzo de año dubitativo el Índice Global ha conseguido rebotar al alza y cerrar el año en positivo.