Los mayoristas tienen como estrategia el ofertar nuevos servicios a las farmacias
La prestación de nuevos servicios a la farmacia ha provocado la concentración
REDACCIÓN
Madrid
El futuro de las distribuidoras de productos farmacéuticos pasa por incrementar sus servicios. Unas nuevas vías de negocio que, sin olvidar que la distribución tradicional a la oficina de farmacia es absolutamente necesaria, sí dejan patente hacia dónde debe orientarse la política empresarial que tiene que seguir el sector. Una estrategia que lleva aparejada la viabilidad económica de las oficinas de farmacia y, por tanto, su posición de independencia.
Que el futuro de la distribución de medicamentos se encuentra en la diversificación del negocio parece estar fuera de toda duda. Así lo manifestó recientemente Carlos González Bosch, presidente de la distribuidora de medicamentos con mayor cuota de mercado en nuestro país, Cofares, quien indicó que “una empresa de distribución ahora mismo no tiene futuro si únicamente suministra medicamentos”. Y es que, además de llevar a cabo el suministro eficaz de medicamentos, la distribución del futuro, y del presente, tiene que tender a ofrecer servicios adicionales que supongan un valor añadido.
El margen bruto de la distribución farmacéutica se ha reducido en los últimos cinco años alrededor de un 20 por ciento, sobre todo provocado por el sistema de precios de referencia y el margen fijo para medicamentos de precio alto, algo que ha llevado a las distribuidoras de medicamentos a abrir nuevas vías de negocio. Además, la simple distribución de medicamentos ya no es percibida por las oficinas de farmacia como un valor diferencial, y exigen acciones innovadoras y personalizadas.
Otros servicios
De esta forma, junto a la tradicional distribución de medicamentos, han aparecido otra serie de servicios: marcas propias, servicios de logística, formación continuada, software de gestión, creación de grupos de ventas, estrategias de posicionamiento, gestión racional del espacio, planes de marketing, planes de incentivos por objetivos, asesorías, plataformas para la implantación de la receta electrónica…
Una serie de servicios que se encaminan hacia el objetivo con el que nacieron hace ya más de 80 años las cooperativas farmacéuticas: defender los intereses de los farmacéuticos, garantizar su independencia y colocar a la oficina de farmacia a la vanguardia de los servicios de salud.
Junto a esta serie de servicios, que aunque novedosos se podrían calificar como clásicos, hay algunos que por su originalidad resultan curiosos. Este sería el caso del canal audiovisual Canal Nova, puesto en funcionamiento por Novafar (ahora Farmanova), por el que los usuarios de las farmacias del grupo reciben información de consejos farmacéuticos, curiosidades relacionadas con la salud, noticias on line de EFE, información sobre productos y promociones…
Marca propia
Entre los servicios puestos en marcha por los mayoristas de la distribución farmacéutica española que aportan un valor añadido a su labor, sin descuidar la parte esencial de su labor que es el suministro eficaz de medicamentos, se encuentra el lanzamiento al mercado de marcas propias de publicitarios y parafarmacia. Así lo puso de manifiesto González Bosch, que señaló que “la marca propia es absolutamente necesaria para el futuro de la farmacia porque sin ella estará indefensa”. En este sentido, cabe destacar que Cofares fue pionera a la hora de lanzar su marca propia: Farline. “Sí, nosotros fuimos pioneros en el desarrollo de esta marca propia, pero vemos con alegría que esto se consolida entre los farmacéuticos e incluso empresas de la competencia también lo utilizan. Es el camino a seguir”, señaló González Bosch.
Un camino que, por ejemplo, también han recorrido otros mayoristas como Acofarma, con Acofar; Alliance HealtCare, con Almus, o Hefame, con Interapothek. “La distribución farmacéutica sigue siendo un eslabón importantísimo dentro de la cadena del medicamento, pero queremos aprovechar las posibilidades que nos ofrece el desarrollo que ha tenido nuestra compañía en otros países para lanzar una serie de productos que supongan un valor añadido para la farmacia”, señaló recientemente Pedro Martínez, director general adjunto de Almus Farmacéutica.
Concentración
La oferta de nuevos servicios ha provocado que se incrementen los recursos financieros y humanos para hacer frente al establecimiento de nuevos servicios. Una circunstancia que ha motivado que muchos de los operadores que no tenían la dimensión necesaria hayan optado por una nueva estrategia: la concentración.
Así han surgido proyectos como el que unió el año pasado a las distribuidoras Cofas, Nafarco y Unión Farmacéutica Guipuzcoana en la cooperativa de segundo grado Unne. O la propia Novafar, que integra a ocho mayoristas. O Edifa, que con 16 cooperativas puso en marcha Cruzfarma para facilitar a sus asociados la adquisición en condiciones competitivas de productos de parafarmacia, publicitarios y genéricos, además de otros servicios de valor añadido.
Sin embargo, a pesar del valor añadido del que en este momento dotan los mayoristas de la distribución de medicamentos a la oficina de farmacia, todavía quedan muchos campos por explorar para el sector. Ortopedia, fototerapia, nutrición y, sobre todo, desarrollar la logística para mejorar la gestión de stocks, son campos casi inexplorados en los que la distribución del siglo XXI se volcará en un futuro.