El consumo de cigarrillos electrónicos aumentó durante el pasado mes de enero un 806% y el de terapias sustitutivas casi un 40%

Dejar de fumar antes de los 30 años iguala el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con el tabaco con una persona no fumadora

| 2011-02-25T16:36:00+01:00 h |

El COF de Ciudad Real apoya a los fumadores

El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ciudad Real ha lanzado una campaña para ayudar a las personas fumadoras que quieren decir adiós al cigarrillo para siempre. Bajo el lema, “Si quieres dejar de fumar, en la farmacia podemos ayudarte”, la campaña repartirá más de 10.000 folletos divulgativos entre las más de 300 farmacias de esta provincia. En estos folletos, que se empezaron a repartir el pasado 17 de febrero, aparecen consejos para dejar de fumar y los principales beneficios asociados al abandono de este hábito.

Además, también se recogen indicaciones que pueden servir al profesional farmacéutico para orientar y ayudar a los fumadores a que abandonen definitivamente el tabaco. El presidente de los farmacéuticos de Ciudad Real, Julian Creis, aseguró que es más fácil dejar de fumar con ayuda, y que es ésta la razón de que “haya aumentado la petición de fármacos antitabaco en más de un 150 por ciento”. Eso sí, también dejó claro que la fuerza de voluntad es clave en estos tratamientos y que la población diana a la que presta su colaboración es aquella que realmente quiere dejar de fumar. Sagrario Pérez, farmacéutica del Centro de Información del Medicamento, secundó estas afirmaciones y resaltó la importancia de fortalecer el ánimo.

Rocío chiva

Madrid

Más de 1.300 millones de personas en el mundo fuman. En contraposición a este dato, durante el mes de enero los productos para dejar de fumar vieron incrementadas sus ventas de manera espectacular. Cigarrillos electrónicos, parches de nicotina, chicles y comprimidos para chupar se convertían en estos últimos meses en algunos de los artículos más vendidos en las oficinas de farmacia.

Ante este panorama, son muchas las preguntas que se plantean. ¿Es la Ley 42/2010, de Medidas Sanitarias frente al Tabaquismo, la responsable de este aumento espectacular de las ventas? ¿O es la publicidad la que, a través de sus campañas publicitarias, consigue concienciar al ciudadano de que abandone el hábito de fumar?

María Jesús Castrillejo, vocal de Oficina de Farmacia del COF de Palencia, no tiene claro si la ley antitabaco ha sido decisiva en el aumento del consumo de estos productos, pero sí advierte que los que se publicitan ahora no existían en 2008. Además, añade que “los laboratorios aprovechan esta coyuntura de la ley para impulsar una campaña más fuerte”.

Por su parte, Pilar Cairó, responsable de marketing de Nicorette, no cree que el aumento de la demanda de estos productos para dejar de fumar sea debido a la publicidad, sino más bien a la opinión pública y a los diversos programas de televisión en los que se ha tratado este asunto. A este respecto, asegura que es uno de esos temas que no necesitan publicidad y que sólo el hecho de hablar de él ya aumenta las ventas por sí solo.

Pero ése no es el tema que más le preocupa a Pilar, que se plantea otro interrogante: “¿Este crecimiento adicional ha sido realmente en tratamientos para dejar de fumar o en productos como los cigarrillos electrónicos?”. Según la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (Fedifar), la realidad es que, si comparamos los datos de enero de 2010 con los de enero de 2011, el consumo de cigarrillos electrónicos aumentó un 806 por ciento y el de las terapias de sustitución un 39,9 por ciento, unos datos extraídos por Fedifar del estudio de ocho empresas de distribución farmacéutica que, juntas, representan más del 60 por ciento del mercado.

Precisamente los cigarrillos electrónicos se han visto en los últimos días salpicados por la polémica, ya que los profesionales sanitarios no ven con muy buenos ojos este método y muchos de ellos no lo consideran apto para dejar de fumar. Por su parte, Cigar-Clean y Representaciones Pastor S.L., empresas que los comercializan, se defienden de estas acusaciones y echan la culpa a la venta de estos productos por Internet o en la calle ya que, dicen, son estos productos los que no cumplen la legislación española o entrañan riesgos para la salud.

Castrillejo recomienda las terapias sustitutivas de nicotina (chicles, parches y comprimidos para chupar) porque, según ella, son las que verdaderamente quitan la ansiedad que produce en un fumador no poderse llevar un cigarrillo a la boca. Y es que, entre un 15 y un 20 por ciento de los fumadores tratados con sustitutivos de nicotina permanecen sin fumar a los doce meses, según un informe del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos.

Los parches de nicotina ayudan a controlar el síndrome de abstinencia que provoca la ausencia de esta sustancia en el organismo a través de su absorción por la piel. Los chicles y los comprimidos para chupar, en cambio, absorben la nicotina por vía bucal. Eso sí, Castrillejo advierte que “no podemos dejarnos seducir por la palabra chicle”, porque no tiene nada que ver con un chicle normal, sino que es un “fármaco que tiene entre 2 y 4 mg de nicotina”.

De hecho, personas fumadoras de menos de diez cigarrillos al día no deberían utilizar estos tratamientos sustitutivos, ya que, al final, estarían tomando casi más nicotina que si simplemente fumasen (un fumador absorbe entre 1 y 3 mg de nicotina con cada cigarrillo). No hay que olvidar que estos productos, a pesar de no necesitar prescripción médica, no dejan de ser fármacos de venta en farmacias.

Y aquí, ¿cuál es el papel del profesional farmacéutico? La vocal de Oficina de Farmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Palencia afirma que, una vez que la persona se conciencia de que quiere dejar de fumar, “lo primero que hace es acercarse a la farmacia a pedir consejo”. Así, el farmacéutico es el primer apoyo que recibe una persona que desea abandonar este hábito.

Dejar de fumar

Son muchos los productos que existen para dejar de fumar, cada uno con sus ventajas e inconvenientes, pero hay una característica imprescindible en todos y cada uno de esos tratamientos: la fuerza de voluntad. “Es necesario que la persona quiera dejar de fumar; si no, no sirve”, asegura Xulio Castañal, miembro del grupo de Abordaje al Tabaquismo de la Sociedad Española de Medicina familiar y Comunitaria (Semfyc). De hecho, según este médico, experto en tabaquismo, los tratamientos para dejar de fumar suelen ser multicomponentes, es decir, tratamientos que incluyen, además del fármaco, consejos médicos y terapias conductuales y psicológicas.

“Dejar de fumar, siempre, a cualquier edad, es positivo y se obtienen beneficios”. Esta frase de Castañal debería ser motivo suficiente para abandonar el hábito. Pero hay más: las posibilidades de desarrollar una enfermedad relacionada directamente con el tabaco si se deja de fumar antes de los 30 años se igualan a las de aquella persona que nunca ha fumado.

En cambio, si se fuma toda la vida, las posibilidades de fallecer a causa de una de las 25 enfermedades identificadas como causa del tabaco es del 50 por ciento. Y es que abandonar el hábito de fumar puede aumentar la esperanza de vida de una persona en diez o quince años.

Otro factor importante a la hora de dejar de fumar es el económico, tanto para la propia persona como para los servicios sanitarios. Castañal espera que se cumplan en España los datos que ya se vieron en Italia hace unos años: “a los tres meses de implantar la ley, bajaron los ingresos por infarto de miocardio un 15 por ciento”. Igualmente, recuerda que los beneficios de olvidar este dañino hábito no son solo a largo plazo, sino también a corto plazo. A las pocas semanas, aumenta el sentido del gusto, el del olfato y la capacidad respiratoria. A los dos o tres años, se iguala el riesgo de infarto de miocardio y, a los 10 ó 15 años, el de cáncer de pulmón y laringe. Sin olvidar los beneficios estéticos, sobre todo en la piel y los dientes.