Prudencio Rosique
Presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Murcia
iria gonzález
Murcia
La voz de la experiencia. Éste podría ser un título merecido para Prudencio Rosique, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Murcia desde hace “muchos años”. Y por lo menos aún le quedan otros cuatro, puesto que el pasado 17 de febrero fue reelegido en este cargo. Tras su reelección, Rosique realiza para EG un análisis retrospectivo de los hechos más relevantes para los boticarios murcianos, así como del presente y futuro de la farmacia.
Pregunta. ¿Qué balance hace de estos años al frente de los farmacéuticos murcianos?
Respuesta. Muy positivo. Se han hecho una serie de logros impensables en su momento, como la Ley de Ordenación Farmacéutica de la Región de Murcia. A nivel colegial hemos hecho también una cosa importantísima, los estatutos del colegio. No hay un colegio, ni de farmacéuticos ni de otra profesión, que tenga unos estatutos tan avanzados y modernos como los nuestros. Por nuestros estatutos, las distintas secciones son autónomas para que sus decisiones sean vinculantes, salvo que afecten a terceros. También hemos estado trabajando con usuarios y consumidores. Hemos sido valientes al permitir que nos auditasen externamente.
P. Sin embargo, el año comenzó con mal pie para la oficina de farmacia murciana, con un retraso en el cobro de las facturas.
R. El año no comenzó con mal pie para los farmacéuticos murcianos, sino para todos los españoles. Ha sido la primera vez en los dos años que llevamos de crisis que el farmacéutico la ha notado y, en vez de pagarnos el día 20, nos pagaron el 1. Este mes nos han pagado en tiempo y forma. Ahora tendremos que empezar a negociar con la Administración, porque Murcia es una comunidad autónoma especial. Tenemos un déficit, no económico sino de capitación, algo que sufren todos los murcianos, y los farmacéuticos no somos menos.
P. ¿Temen que en Murcia se imiten políticas autonómicas como el cataloguiño o las subastas?
R. Lo de Galicia todos conocemos que es ilegal, y sabemos que es un tema que van a tirar para atrás los tribunales. Andalucía, ídem de ídem. En Murcia, el tema de Galicia tenemos claro que no se va a llevar a efecto, y lo de Andalucía tampoco. Aquí vamos por otras normas. El problema que tenemos es que estamos aumentando el número de recetas y va bajando el precio del medicamento.
P. ¿Cómo valora la llegada de la unidosis a la farmacia?
R. La unidosis es una tontería, no tiene ningún sentido unidosis de paracetamol y de ibuprofeno. Esto se puso en un real decreto ley y tienen que cumplirlo. Cuando se hizo la experiencia piloto en Galicia y Extremadura fue un auténtico desastre. Esto no va a generar ningún ahorro. Yo creo que se ha hecho por otra cuestión política.
P. Otro temas de actualidad es la receta electrónica, ¿cree que se cumplirán los plazos?
R. Es un proceso muy complejo. La receta electrónica es un capricho de la Administración. Esta necesita conocer el medicamento, la farmacia que los dispensa, el médico que los prescribe y el paciente que se lo toma. En Murcia, a través del sistema OMI-AP, el 89 por ciento de esos datos ya se conocen. Entonces, ¿qué aporta la receta electrónica? Nada, un compromiso en un programa de Gobierno. A la farmacia no le supone ningún beneficio, pero sí muchísimo gasto.
P. ¿Exigen, por tanto, alguna subvención para aplicarla?
R. Eso se hará en su momento, porque ahora estamos negociando. Nosotros en Murcia nos negamos a recortar los tiques. Es absurdo que el farmacéutico tenga que hacer una pseudoreceta con una impresora para pegar el tique. Todo tiene que hacerse de manera electrónica. Yo no puedo entender una receta electrónica en la que el farmacéutico tenga que hacer de imprenta. Eso en mi cabeza no es una receta electrónica, es una chapuza. Hasta que no cambie me parece absurdo el sistema que están haciendo los colegas en el resto de España de cortar los tiques y pegarlos en un papel que ellos previamente han impreso.
P. De cara al futuro ¿qué otros objetivos se presentan?
R. A mí me gustaría que las farmacias tuviésemos un horizonte común, un norte definido. Tenemos que hacer que la farmacia cale en la sociedad. Somos un servicio fundamental muy valorado por la sociedad. Si no existiera la farmacia, tendríamos que inventarla.