| domingo, 30 de agosto de 2009 h |

José María López Alemany

Desde hace una década el precio mínimo de los medicamentos sometidos a precios de referencia está situado en los dos euros, periodo de tiempo durante el cual el Índice de Precios al Consumo ha crecido más de un 34 por ciento, según datos del INE. No parece razonable, por tanto, que un producto que tiene que asegurar una exhaustiva calidad tenga un precio estimado en un 34 por ciento menos de lo que hace diez años se entendió como necesario para que la calidad de los tratamientos no se viera comprometida.

No obstante, ese límite se está rebasando día a día a causa de la política de precios menores y la inexistencia de un umbral de precio para estos listados. La situación, tal y como denuncia en las páginas de este periódico el director general de Aeseg, Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, puede ser insostenible para las compañías y de ahí, a afectar a los ciudadanos y, por supuesto a las cuentas públicas.

No se puede exprimir el precio de los medicamentos hasta hacer imposible su producción. Las compañías se pueden ver abocadas a retirar de la comercialización aquellos principios activos o, al menos, presentaciones más costosas de producir con lo que tendría lugar un necesario deslizamiento de prescripciones hacia otros medicamentos que sí sean fabricados y comercializados. Unos medicamentos, por supuesto, más caros.

La solicitud no es nueva, pero no por ello deja de ser imprescindible: Es necesario actualizar el umbral de los dos euros para los precios de referencia así como establecer uno similar al de los listados de precios menores. Como dice Rodríguez de la Cuerda: “Hablamos de salud”.