| miércoles, 31 de marzo de 2010 h |

José María López Alemany

En los últimos días han circulado diferentes hojas de Excel, PowerPoints y documentos de Word en los que se exponían los análisis cuali y cuantitativos de los impactos sobre el sector por la aplicación de los recortes del gasto en medicamentos. Se trataba de la simple aplicación matemática de los drásticos recortes puestos en marcha.

Ante esa información, ‘sensible’ pero pública, la actuación de algunas compañías e instituciones ha sido, desde mi punto de vista, totalmente errónea. Salvando algunas excepciones en las que los motivos son suficientemente importantes como para manejar con cuidado qué, cómo y cuándo se dice, ha habido muchos casos en los que se ha preferido negar la realidad a afrontarla de manera valiente. Y, de este modo, sin necesidad de llegar a presentarse como víctimas, exponer el impacto sufrido por el RDL.

No tengo la más mínima duda de que este recorte de gasto tendrá repercusiones. No sé en qué cuantía ni a quién afectará. Pero serán difíciles de explicar a la sociedad si antes no se ha hablado claramente de las causas y sus consecuencias.