José María López Alemany
Los informes estadísticos oficiales no pueden seguir ofreciendo datos con más de un año y medio de retraso. Si es así, no sirven más que para ver lo bien o mal que iba una determinada actividad, pero no pueden ser guía para adelantarse a los cambios y los problemas. La semana pasada se presentó, junto al Informe Asebio, la estadística sobre uso de la biotecnología en España del INE, ofreciendo datos de 2007. ¡Y, encima, provisionales!
Creo que de poco sirve conocer cómo iba la biotecnología o cualquier otro ámbito económico en 2007. Lo importante es conocer cómo va hoy, o al menos ayer, y por lo que se habló en la presentación del informe, la realidad es que hoy la situación es muy delicada, especialmente por los problemas de acceso a la financiación. Es decir, alejada del escenario feliz del INE.
Por tanto, los únicos datos oficiales de los que se dispone sobre la situación de un sector tan estratégico para el cambio del modelo productivo español, tal y como dijo la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, no sirven para tomar las medidas adecuadas a sus problemas porque se tarda dos años en conocerse y hacerse públicos.
No nos podemos conformar pensando que en muchos países es aún peor. En una situación de estabilidad lo importante es la tendencia y un retraso de un año y medio puede ser asumible. Pero en una situación crítica como la actual conocer a corto plazo el comportamiento de los diferentes sectores económicos puede ayudar a mejorar su situación.
Por ese motivo creo que se deberían acelerar los procedimientos para generar estas estadísticas y que así sirvan para, además de sacar pecho, tomar decisiones.