| viernes, 03 de septiembre de 2010 h |

José María López Alemany

El control del gasto es la cuestión que a día de hoy supone la mayor prioridad del SNS. Por ese motivo, la presidenta del CGCOF, Carmen Peña, acierta plenamente en su propuesta de incrementar la capacidad del farmacéutico como gestor y colaborador de la Administración en su control, y creo que es un paso imprescindible para el futuro de la profesión.

El farmacéutico tiene un papel muy importante en la concienciación ciudadana, tanto para el uso adecuado y racional de los recursos sanitarios como para la correcta utilización de medicamentos. Evitar las ‘farmacias’ de los cajones de los domicilios, controlar las duplicidades de tratamientos y mejorar la adherencia a los tratamientos son actividades que claramente deben ser desarrolladas por el farmacéutico y que tienen un importante efecto sobre el consumo.

Para lograrlo, el farmacéutico debe convencerse, tanto a nivel colectivo como individual, de que este es su único camino de futuro y hacer lo propio con los gestores y demás profesionales sanitarios. De lo contrario, tendremos pan para hoy y desregulación para mañana.