La acción de Almirall cotiza a 6,5 euros, situándose en una zona intermedia dentro de su rango de variación del último año. Su comportamiento en este periodo presentó una primera bajista, que abarcó hasta noviembre del pasado año, momento en el que marcó su mínimo anual, acumulando desde mayo una caída del 40 por ciento. A partir de entonces inició una fase de recuperación que le permitió compensar buena parte de la pérdida que acumulaba. Esta fase de subida ha perdido intensidad y en las últimas semanas ha derivado hacia un movimiento horizontal.
Almirall cerró el ejercicio 2011 con unas ventas de 768 millones de euros, un 13 por ciento por debajo de las de ejercicio anterior. Esta caída se debió principalmente al impacto negativo de las medidas gubernamentales adoptadas para la contención del gasto sanitario, así como a la creciente competencia de genérico que vienen encontrando algunos de sus productos.
Al apartado de I+D destinó el pasado año 11 millones de euros, representando un porcentaje sobre las ventas del 19 por ciento, ratio sensiblemente superior al de la media del sector. Dentro de su política de potenciación de la investigación cabe mencionar que ha lanzado seis nuevos productos en los dos últimos años, generando unas ventas anuales cercanas a los 50 millones de euros y rejuveneciendo su cartera de productos.
Los resultados del grupo ascendieron a 84 millones de euros, un 29 por ciento inferiores a los de ejercicio anterior. El mercado recibió estos datos con una caída del 2 por ciento, ligeramente superior al retroceso experimentado por el mercado. Asimismo, generó en 2011 un cash-flow de 72 millones de euros, flujo que le permitió reducir su endeudamiento financiero hasta los 15 millones de euros, importe reducido en relación con el pasivo de la compañía.
Cabe mencionar que en 2011 solicitó la autorización de los fármacos aclidinio y linaclotida, que podrían recibir los permisos correspondientes en este ejercicio. Otro hecho relevante ha sido su expansión internacional, negocio que sigue ganando peso en el total de la facturación del grupo, llegando a aportar ya el 50 por ciento de las ventas (13 puntos porcentuales más que hace cinco años). Por otra parte, Almirall ha continuado avanzando en su política de contención de costes.
Para 2012 los analistas estiman un beneficio de unos 90 millones de euros, un 6 por ciento superiores a los del 2011, mientras que para el medio plazo contemplan un periodo de crecimiento limitado de sus resultados, periodo que podría extenderse hasta 2014. En cuanto a ventas, espera repetir este año las del ejercicio anterior, mientras que para los próximos ejercicios los ingresos podrían alcanzar un ritmo más intenso de crecimiento.
En relación con su posible comportamiento en bolsa en el corto y medio plazo, es un valor con un amplio potencial de recuperación (actualmente cotiza un 60 por ciento por debajo del máximo que marcó en 2007, casi 17 euros). Esto, unido a la tendencia mostrada en los últimos meses, permite ser optimistas sobre su evolución futura, si bien esto va a venir condicionado por el comportamiento general de los mercados.
La agencia bursátil del banco Credit Suisse ha elevado su recomendación sobre Almirall pasando de neutral a sobreponderar, valorando positivamente el acuerdo de colaboración alcanzado con la farmacéutica Menarini y que le ha llevado a subir su precio objetivo de seis euros a ocho euros. Por este acuerdo Almirall cede los derechos de comercialización del fármaco aclidinio en los mercados europeos, producto utilizado en el tratamiento de enfermedades pulmonares de carácter crónico. Menarini pagará inicialmente 45 millones de euros y posibles pagos futuros.