Dabigatran aporta más efectividad y seguridad en la prevención del ictus

Las guías europeas instan a iniciar la terapia con riesgo menor de tromboembolismo

| 2011-10-07T17:03:00+02:00 h |

David Martín

Madrid

Pradaxa (dabigatran DCI) es uno de los fármacos más esperados de los últimos años. La innovación que supone para la prevención de ictus en pacientes con fibrilación auricular (FA) ha hecho que incluso el presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), Carlos Macaya, haya expresado su deseo de que el Ministerio de Sanidad y Boehringer Ingelheim “lleguen a un acuerdo para su comercialización como tratamiento de la fibrilación auricular antes de finales de este año”. Las palabras de Macaya tuvieron lugar la semana pasada durante el segundo Cardio Academy Meeting, que se celebró en el Massachussets General Hospital Heart Center (Boston) y que contó con la participación de numerosos especialistas españoles, que tuvo como objetivo el posicionar a la cardiología española como un referente a nivel mundial.

La utilización de este nuevo producto resulta de gran importancia para los pacientes, tanto en términos de eficacia como de seguridad. Según el propio Macaya, en los pacientes con FA que reciben los tratamientos más antiguos en la prevención de ictus “el riesgo de embolia, aunque se reduzca, persiste, sumándose al peligro de padecer alguna hemorragia”. Por ese motivo, para el presidente de la SEC es “fundamental” la búsqueda de nuevos medicamentos que presenten “más efectividad y más seguridad”.

En cuanto a la utilización de las nuevas alternativas terapéuticas para la prevención del ictus, según Julián Pérez-Villacastín, secretario general de la SEC, “es probable que lo acaben usando casi todos los pacientes”. No obstante, este especialista consideró que “en un principio, se estima que solamente hagan el cambio a dabigatran aquellos que no están bien anticoagulados”.

Por otro lado, en la reunión de Boston se abordó la modificación de las guías europeas para el manejo de estos pacientes. En ellas, se “facilita el abordaje de la enfermedad” e indican el tratamiento anticoagulante en caso de riesgo de tromboembolismo menor”, según precisó Ignacio Fernández Lozano, presidente de la sección de electrofisiología y arritmias de la SEC.