El proyecto “Happy Audit” demuestra que es posible reducir la prescripción de antibióticos hasta un 30%

Un test para determinar si una enfermedad es vírica o bacteriana es clave para disminuir su consumo

| 2010-09-17T17:04:00+02:00 h |

RAÚL HERNÁNDEZ

Las Palmas

La resistencia de las bacterias a los antibióticos, debido al uso inadecuado de éstos, es una de las causas que provocan que éstos sean en muchas ocasiones ineficaces. Una situación que, según el proyecto “Happy Audit”, presentado el pasado 10 de septiembre en Las Palmas de Gran Canaria, provoca al año 25.000 muertes en toda Europa. ¿Cómo evitar en la medida de lo posible esa resistencia a los antibióticos? Según las conclusiones de este proyecto, el objetivo principal sería evitar el abuso de antibióticos.

En este sentido, este proyecto transnacional, desarrollado durante tres años y que ha contado con la colaboración de 600 médicos de Atención Primaria de varios países de la UE, así como de Argentina y de Rusia, ha demostrado que es posible reducir el consumo inadecuado de antibióticos. Así, por ejemplo, los facultativos españoles participantes en el estudio lograron en el transcurso del mismo prescribir hasta un 30 por ciento menos de antibióticos.

En este sentido, cabe destacar que los médicos participantes en el proyecto contaron, a la hora de tratar a pacientes con afecciones respiratorias, de dos tipos de test para aclarar si la enfermedad era de origen vírico (que no se trata con antibióticos) o bacteriana (para la que sí es necesario el uso de estos fármacos). De esta forma, los facultativos evitaron un error frecuente, recetar antibióticos de manera innecesaria, que, además de no ser el tratamiento adecuado, provoca que se creen una mayor resistencia a este tipo de medicamentos.

A este respecto, según explicó el coordinador internacional del proyecto, Lars Bjerrum, “hoy en día muere gente por infecciones de bacterias que se han hecho resistentes a los fármacos con que se trataban debido a ese abuso”. Sin embargo, y a pesar de precisar que el proyecto “ha demostrado que es posible reducir de forma importante el uso de antibióticos”, Bjerrum cree que “ahora la decisión corresponde a las autoridades, es una decisión política adoptar o no esas medidas”.

Implicación canaria

La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ha sido una de las instituciones implicadas en este proyecto. Su representante en el proyecto, Beatriz González, incidió en las palabras de Bjerrum al manifestar que se trataba de una decisión política el empleo de los test para determinar si una patología es vírica o bacteriana. En este sentido, precisó que todavía se debería determinar si el gasto en este material sería mayor o menor que el que se deriva del uso que se hace hoy en día de los antibióticos.

Sobre este aspecto, la representante de la Dirección de Salud y Consumo de la Comisión Europea, Isabel de la Mata, sí puso un dato encima de la mesa: los problemas de salud asociados a la resistencia de las bacterias a los antibióticos generan cada año un gasto de unos 1.500 millones de euros. Un gasto que, según ella, se podría reducir si se dispusiese de las herramientas necesarias y se educase a la población.

Y es que, como recordó De la Mata, un 40 por ciento de los europeos ingirió antibióticos durante el último año, y el 53 por ciento de los pacientes europeos creen que sirven para acabar con los virus. A este respecto, cabe destacar que Francia y España se encuentran a la cabeza europea en los índices de resistencias antimicrobianas y en el consumo de antiéticos.