El rendimiento medio de la farmacia de esta región es inferior a la que tenía en 2000

La facturación de las boticas del resto de España doblan a las de la comunidad foral

| 2011-09-09T16:14:00+02:00 h |

J. N.

Madrid

El ‘modelo navarro’ de farmacia, establecido a través de la Ley Foral 12/2000 de Atención Farmacéutica, tiene en la rentabilidad la gran duda sobre su viabilidad. Y es que, a pesar de que las nuevas aperturas de farmacias son en la actualidad similares a la media de las que se llevan a cabo en el resto de España, en la última década la rentabilidad media de las boticas de la comunidad foral no solamente no ha crecido sino que ha disminuido ligeramente.

Sobre este particular, los datos no engañan. Así, mientras el rendimiento máximo de esta farmacia, en base a la facturación media al SNS, se situaba en 2000 en 79.683 euros, cuando en esta comunidad contaba con 307 boticas, diez años después y con 286 establecimientos más, éste se encuentra en 78.444 euros. Es decir, la facturación al SNS de las farmacias navarras disminuyo en este periodo un 1,55 por ciento.

Este dato cobra más relevancia al establecer diferencias entre el ‘modelo navarro’ y el ‘mediterráneo’ cuando se aprecia la evolución del rendimiento máximo en la facturación con cargo al SNS del resto de las farmacias españolas. A este respecto, en 2000, con 19.641 farmacias, la facturación media de éstas en el territorio nacional se encontraba en 93.545 euros, una cifra que diez años más tarde y con 1.723 boticas más, se incrementó hasta llegar a los 159.410 euros. Es decir, que mientras las farmacias navarras decrecían su facturación media, las del resto del país la aumentaron un 70,41 por ciento.

Este dato es esclarecedor del handicap al que se enfrenta la botica de la comunidad foral una vez se estableció el ‘modelo navarro’. Más si cabe cuando el IPC general en España creció un 37 por ciento entre 2000 y 2010. Un dato que deja claro que en una década la farmacia de esta comunidad se ha empobrecido casi un 40 por ciento.

Pese a ello, y aunque en una época en la que la crisis se ha cebado con el sector, parece que gran parte de los farmacéuticos navarros no ven en esta merma de la rentabilidad un problema. Así, por ejemplo, la presidenta del colectivo de Empresarios Farmacéuticos de Navarra (EFAN) y secretaria del colegio de farmacéuticos provincial, Elena Jiménez, ya manifestó (ver EG núm. 378) que aunque la mitad de las boticas, las establecidas antes de la entrada en vigor de la Ley Foral 12/2000, habían visto disminuir sus ingresos, el 50 por ciento restante había “hecho posible su ejercicio profesional en la farmacia”.

Jiménez es un buen exponente de este sentir, ya que recibió la autorización del departamento de Salud para instalar una farmacia en Pamplona en mayo de 2001. En la misma situación se encuentra la actual presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Navarra, María Pilar García Ruiz, que recibió la autorización en julio de ese mismo año para poder abrir su farmacia en el municipio de Noáin.

Acerca de este asunto, la presidenta de la Plataforma para la Libre Apertura de Farmacias (Plafarma), Mercedes Cuadra, precisó que pese a ese descenso en la rentabilidad “el previsible cierre de muchas farmacias después de la Ley Foral 12/2000 nunca se ha producido”. Y es que, para ella, “con este sistema de competencia, cada uno debe prestar el mejor servicio posible, para garantizar o no su viabilidad como profesionales”.

Gasto y RDL 5/2000

Por otro lado, al tiempo que la rentabilidad de la farmacia navarra se estancó en los últimos diez años, y que ha aumentado la competencia entre las boticas (“un incentivo a la hora de aumentar los niveles de prestaciones y la calidad de las instalaciones”, afirmó en su día la presidenta de EFAN), los datos demuestran que la flexibilización de la planificación farmacéutica en esta comunidad no ha dado lugar a una reducción del gasto en medicamentos, tal y como se ha asegurado desde algunos ámbitos.

Así, mientras que entre 2003 y 2010 el gasto de medicamentos per capita creció en Navarra un 22,25 por ciento, la media nacional únicamente lo hizo ligeramente por encima: un 24,03 por ciento. Andalucía, Cataluña, Castilla y León y Comunidad Valenciana, se situaron por debajo de Navarra.

Igualmente, cabe destacar que el descenso de la rentabilidad en las boticas navarras ha provocado que muchas de ellas se quedasen por debajo del límite que establece el RDL 5/2000 para aplicar deducciones, lo que implica un menor ingreso para las arcas del Estado.