i. gonzález
Barcelona
Una vez que en Cataluña se ha llegado a un acuerdo sobre la necesidad de racionalizar las guardias de las farmacias y adecuarlas a los servicios médicos de urgencia, lo que supondrá que 150 boticas catalanas dejen de hacer guardias nocturnas (ver EG núm. 532), ahora hay quien dirige la mirada al extranjero para ir un paso más allá de los puntos consensuados hasta el momento. Así, un informe de la Asociación de Farmacias de Barcelona (AFB) incide en que en Francia se paga un canon por farmacia que está de guardia y, además, los precios se incrementan un 10 por ciento por nocturnidad.
Pero, imitar la práctica de nuestros vecinos no convence a todos. En este sentido, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona aseguró que esta posibilidad no se ha planteado durante las conversaciones que, desde hace año y medio, las cuatro instituciones colegiales catalanas mantienen con la Consejería de Sanidad regional para reestructurar las guardias. “En este momento tampoco tendría mucho éxito la propuesta si la formuláramos”, afirmó María Calvo, secretaria de la Junta de Gobierno del COF barcelonés.
En cambio, el presidente de los boticarios tarraconenses, Andreu Suriol, se mostró más favorable a estudiar un sistema como el de Francia o, incluso, Austria. “Los extranjeros muchas veces, si van de noche a las farmacias de la costa, preguntan cuánto es el plus, porque es lo lógico”, reconoció.
En cualquier caso, Calvo recordó que “el medicamento tiene un precio fijado por el Ministerio de Sanidad, con lo cual no se puede alterar”. Otra cosa sería que el Gobierno se decidiera a incrementar los precios de los fármacos a partir de cierta hora, algo que todavía no se ha planteado. En cuanto a los productos de precio libre, según explicó, el boticario podría decidir incrementarlos durante el servicio nocturno.
¿Comodidad o necesidad?
Por otra parte, el presidente de la Asociación de Farmacéuticos Rurales de Cataluña (Afruc), Francisco Mateo, aplaudió el acuerdo alcanzado con la administración catalana y defendió que debería servir de ejemplo al resto de España, al considerar que “la guardia debe ser un servicio que se da porque hay otro sanitario que está diagnosticando una enfermedad y generando una receta”.
Desde el COF de Barcelona consideran que el servicio de guardias ha estado “sobredimensionado”, aunque reconocen que para el usuario, cuantas más farmacias haya, más comodidad tiene. “Una cosa es la comodidad y otra la necesidad”, matizaron.
