Cuando se realiza un presupuesto se debería atender a unos mínimos de verosimilitud ya que, de lo contrario, ¿para qué sirve un presupuesto? Esto es lo que pasa con los presupuestos elaborados por la Generalitat de Cataluña, que han reducido la partida destinada a Farmacia un 26 por ciento respecto al año pasado, hasta alcanzar 949 millones de euros, algo que es notoriamente insuficiente para abordar el gasto farmacéutico. Sí, se puede justificar diciendo, como ha dicho el propio consejero de Salud catalán, Boi Ruiz, que se trata de una partida ampliable. Sí, señor Ruiz, una partida puede ser ampliable, pero los más de 500 millones de diferencia entre los presupuestado y lo que previsiblemente se va a gastar parece una broma del mal gusto, por mucho que el señor consejero cuente con los 81 millones de euros que dice que va a recaudar con la medida del ‘euro por receta’. Si quien ha elaborado los presupuestos y ha destinado 949 millones de euros al gasto farmacéutico estuviese al frente de una empresa privada, poco futuro le auguraríamos. Y es que, por mucho que intenten cuadrar el círculo, el desajuste entre lo presupuestado y lo que se gastará es absurdo. Y más absurdo en una época de dificultades como la actual donde, los experimentos, con gaseosa. Desde el Consejo catalán de Farmacéuticos nos dicen, a través de su presidente, Jordi de Dalmases, que les han dicho que este desajuste será solventado y no provocará impagos. Si desde la Consejería de Salud de Cataluña así se lo han asegurado, nos lo creemos. Lo mismo que los 949 millones de euros de la partida de Farmacia son suficientes. | viernes, 27 de enero de 2012 h |