| viernes, 27 de abril de 2012 h |

El RDL 16/2012 vino con una pequeña sorpresa para las oficinas de farmacia. Se trataba de la modificación de las escalas de deducciones que hace más de una década estableció el RDL 5/2000 y que han sido actualizadas regularmente por los diferentes gobiernos. Esta modificación, que en ningún caso pone en marcha uno de los anhelos de los farmacéuticos españoles, que durante años han pedido su desaparición por considerar que se trata de una medida impositiva “desproporcionada e injusta”, ha provocado que, mal que bien, el 70 por ciento de las boticas españolas estén contentas, ya es este porcentaje de farmacias el que pagará menos por ese RDL 5/2000. Incluso, aquellas que facturen 44.048,5 euros al mes a través de fármacos financiados por el Sistema Nacional de Salud, estarán exentas de tener que hacer frente a esta cruz para las boticas españolas.

Sin embargo, como sucede en todos los aspectos de la vida, si hay alguien que gana, hay otro que pierde. En esta ocasión, las grandes perdedoras son las oficinas de farmacia con mayores ingresos por la venta de medicamentos con cargo al SNS. Se trata de una ‘mordida’ muy importante, con subidas porcentuales hasta más allá del 7 por ciento (en las farmacias con ventas superiores a 600.000 euros mensuales de fármacos con cargo al SNS el porcentaje de deducciones pasa del 20 al 27,52 por ciento, cifra que podría calificarse de confiscatoria). Bien es cierto que en momentos complicados los que más tienen deben aportar más que los que menos tienen si es que se quiere mantener el actual modelo farmacéutico, que eso es harina de otro costal, pero debe haber ciertos límites. Y es que, con unos porcentajes de deducción tan altos el margen real para ciertas oficinas de farmacia puede llegar a ser ridículo, sobre todo si se tienen en cuenta los volúmenes de facturación que mueven. Y todo ello sin que las farmacias modifiquen sus aportaciones al sistema por el RDL 5/2000. Se han movido las piezas del puzle y ahora solamente falta saber si van a encajar o no. Todo se verá.