| viernes, 30 de septiembre de 2011 h |

En Groundhog Day (El día de la marmota), película que en España se tradujo como Atrapado en el tiempo, el meteorólogo de televisión Phil Connors (interpretado por Bill Murray) se desplaza hasta el pequeño pueblo de Punxsutawney, donde cada 2 de febrero sacan a una marmota y observan su comportamiento para determinar cuándo acabará la estación invernal. Allí se ve atrapado por una tormenta de nieve que le obliga a quedarse en el pueblo. Cuando suena el despertador… ¡El mismo día se repite una y otra vez! Este día de la marmota es el que desde hace tiempo vive el sector farmacéutico. Un día en el que se repiten, sí o sí, problemas de impagos de la factura farmacéutica. Si en un principio fueron las farmacias murcianas, baleares, riojanas y castellano-manchegas las que tenían problemas, estos se han repetido en otras comunidades, como Cataluña y Navarra. Una mancha de aceite que, como decíamos en este mismo lugar la semana pasada (para continuar con el día de la marmota), tiene visos de extenderse peligrosamente por todo el territorio nacional.

Sin embargo, y a pesar de la difícil situación, hay algunos síntomas que permiten, al menos, pensar en que se puede salir de esta. Pero más que síntomas se trata de declaraciones. Así, el presidente de los farmacéuticos catalanes, Jordi De Dalmases, ve luz al final del túnel una vez que se ha sentado con los representantes de la Generalitat y estos le han dado el parte médico del enfermo. No hay dinero, pero dicen que darán la cara por los farmacéuticos. Ya veremos. Otra declaración, la del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, que ha dicho que todas las cartas están sobre la mesa y que después de las elecciones del 20 de noviembre el sector no tendrá que tomar alguna que otra “píldora amarga” guardada en un cajón. Bueno, después del 20 de noviembre ya veremos si hay luz, túnel, píldoras o si se repite otra vez el día de la marmota de los impagos.