Hace unas semanas, tras la presentación del Plan Sectorial de la industria farmacéutica por parte de Farmaindustria al Gobierno español, el presidente de la patronal, Jesús Acebillo, aseguró que querían ser un ejemplo no sólo para el resto de los sectores innovadores españoles sino también para el resto de la industria farmacéutica. La iniciativa de hacer una fuerte apuesta de cooperación para superar cuanto antes la crisis, al tiempo que posicionarse en mejor situación para cuando ésta pase, es una opción que ya ha sido recogida por la patronal europea de la industria farmacéutica, la Efpia. Así, su presidente, Arthur Higgins, elogió la iniciativa a lo largo de la asamblea anual de la federación, que se celebró en Sevilla hace unos días, y llamó a seguir ese camino de entendimiento y sintonía al tiempo que aseguró que no era el momento para estrangular a la industria farmacéutica ni para verla como un mero agente de gasto.
La semana pasada, además, tuvieron lugar otros dos importantes eventos en los que se puso de manifiesto una vez más, la importancia vital que la cooperación público-privada va a tener en el futuro de la investigación biomédica. Por una parte, en la II Conferencia de Apoyo e Impulso de la Investigación Biomédica, organizada por Fundamed, el secretario de Estado de Investigación, Carlos Martínez, puso todo su énfasis en asegurar que esta colaboración es el futuro, un aspecto que estará perfectamente recogido en la Ley de Ciencia que próximamente verá la luz. Por otro lado, a nivel europeo, se dio la luz verde a la segunda remesa de proyectos que serán financiados por el fondo mixto público-privado IMI (Iniciativa de Medicamentos Innovadores). Está claro que el futuro pasa cada vez más por la cooperación y el respeto mutuo y quienes sepan adaptarse serán los que sobrevivan.