Lejos quedan los tiempos en los que el sector crecía en cifras próximas a los dos dígitos, independientemente de la situación económica del sistema sanitario. La falta de profesionalización, de procedimientos y, sobre todo, de información de la administración sanitaria, así como una situación económica menos mala que la actual, permitía esos crecimientos. Pero la situación actual ya no. La semana pasada tuvo lugar en el IE Business School una jornada en la que cuatro destacados dirigentes de compañías farmacéuticas mostraron su visión tanto sobre sus propias compañías como sobre el sector. Todos ellos mostraron la necesidad de introducir cambios en la manera de actuar con respecto a sus históricos comportamientos. En este sentido, el director general de Roche, Andreas Abt, llamó a la industria a buscar la verdadera innovación, la directora general de BMS, Aurora Berra, solicitó cambiar el modo con el que la industria se aproxima a la Administración y el presidente de Abbott, Esteban Plata, abogó por colaborar con las administraciones en la reducción de los costes globales de las enfermedades, sin que ello suponga realizar recortes de ningún tipo. Puso como ejemplo el tratamiento integral de la enfermedad musculoesquelética y la importancia de que su manejo forme parte de los indicadores clínicos como nicho de un gran ahorro para el sistema. Plata lamentó no haber podido convencer a las administraciones para la toma de algunas decisiones que podrían haber ahorrado mucho dinero. Y es que, según el presidente de Abbott, la industria farmacéutica es uno de los pocos agentes del sector que tiene la capacidad y la suficiente distancia como para ver los procesos en su integridad. Por ello, toda la industria y todo el sector en general, deberían dar pasos para convertirse en el partner de referencia para el SNS, en todos los ámbitos clínicos, como es lógico, pero también económicos ya que la viabilidad del SNS es imprescindible para la viabilidad del sector. | viernes, 20 de enero de 2012 h |