¿La economía o el paciente? He aquí la cuestión
| 2010-01-22T16:04:00+01:00 h |

Las consejerías de Sanidad de Madrid y Comunidad Valenciana han decidido que ciertos fármacos de diagnóstico hospitalario (DH) sean dispensados únicamente en los servicios de Farmacia Hospitalaria, sacándolos así de las boticas. Una medida a mitad de camino entre el fin de conseguir “un mayor control y seguimiento de estos tratamientos” y la reducción del gasto farmacéutico, si bien esta causa no sea tan oportuna de promocionar. Ahora bien, el debate sobre su idoneidad no es un debate de motivos, sino de costes. Costes económicos (una reducción de ellos) frente a los costes (un aumento) para los pacientes.

Costes o incomodidades para el paciente hay. Quizá difíciles de cuantificar, pero no por ello insignificantes. Mientras que antes bastaba con acercarse a la farmacia que, en el peor de los casos, estaría a 150 metros del domicilio, ahora deberá efectuar un trayecto, en algunos casos ni mucho menos corto, con las dificultades para mantener la cadena de frío que exigen algunos de estos fármacos. Mientras que antes elegía el momento en el que se acercaba a la botica a por él, ahora deberá adaptarse al horario matinal de los servicios de FH (complicado de compaginar si se cuenta con un puesto de trabajo).

El colectivo de pacientes apoya toda medida que persigue mejorar la seguridad de los tratamientos, pero sí ha querido recordar también su satisfacción con las dispensaciones que hasta la fecha se realizaban en la red de 21.000 farmacias nacionales. Este voto de confianza inicial debe ser aprovechado por las consejerías para, a través del consenso y escuchando ideas de mejora, hacer de los pacientes unos definitivos adeptos a la causa antes de que piensen que cualquier tiempo pasado fue mejor. Porque en las consejerías saben que el paciente es el eje de todo y que debe estar por encima de todo. Hasta por encima de las actualmente importantísimas medidas económicas.