redacción Washington | viernes, 20 de abril de 2012 h |

El sistema sanitario y la economía estadounidense se enfrentan a nuevos desafíos, en los que jugará un papel importante la industria farmacéutica. Esta, que no escatima esfuerzos, se ha postulado como un firme aliado de las autoridades, aunque para que esa colaboración se haga efectiva necesitará de la confianza de su compañero de batalla. Así lo expresó, John Castellani, presidente y director ejecutivo de la PhRMA, durante la convención anual de la patronal farmacéutica americana, que tuvo lugar el pasado 12 abril.

Durante su discurso, Castellani recordó que “las soluciones que necesita el sistema sanitario hoy y las que necesitará en el futuro dependerán de que exista en Estados Unidos un sector biofarmacéutico fuerte y dinámico”, algo que además contribuiría a construir una economía sólida “y globalmente competitiva, con puestos de trabajo del siglo XXI”.

En caso de que las autoridades se distraigan de este propósito, el máximo responsable de la patronal farmacéutica estadounidense advirtió de que el país perderá “su dominio sobre el sector biofarmacéutico a nivel mundial” y dejará la puerta abierta a que países como “China, India o Singapur, que han entendido perfectamente cuál es el valor económico de la innovación farmacéutica, tomen la delantera”. Para que eso no ocurra, Castellani pidió a las autoridades “consistencia” en su apuesta por la industria farmacéutica, la cual tendrá que hacer frente a diversos retos en los próximos años para poder seguir creciendo y para continuar con su labor de mejorar la vida de los pacientes.

Los retos de la industria

Entre los retos más importantes a los que se enfrenta la industria cabría destacar, según el presidente de la PhRMA, el cambio y la redirección de sus líneas de investigación, para aproximarse a aquellas áreas en las que siguen existiendo necesidades terapéuticas no cubiertas. En este sentido, Castellani quiso destacar enfermedades como la Enfermedad de Alzheimer, los distintos tipos de cáncer o el párkinson.

Para ello, también se estima necesaria una “mejora en el proceso de descubrimiento de nuevas moléculas, que será posible gracias a la identificación y la implementación de avances tecnológicos que ayuden a mejorar la eficiencia y la productividad de las actividades de I+D”.

Por otro lado, Castellani señaló como un aspecto clave el fomento de la colaboración de la industria con otros agentes del sistema de ciencia. A este respecto, llamó a la industria a trabajar más estrechamente con los legisladores, organismos regulatorios y otros agentes del sector sanitario, “en busca de nuevas formas de trabajar unidos”.

“Solo a través de una relación renovada y reforzada que se base en la colaboración entre la industria, la academia, el gobierno, los pacientes y los profesionales de la sanidad podremos salir victoriosos de los retos que tendremos que afrontar de aquí en delante”, concluyó Castellani.

La PhRMA emitió un comunicado una vez finalizada su reunión anual para dar cuenta de los cambios que se han producido en la cúpula de su junta directiva. A este respecto, cabe destacar la elección de John Lechleiter, actual presidente y director ejecutivo de Eli Lilly, como nuevo presidente de la misma. El presidente de la patronal dio la bienvenida a Lechleiter y se congratuló de poder trabajar “con este visionario, que es un líder apasionado del sector”.

El nuevo presidente de la junta directiva de la PhRMA, que se puso al frente de Lilly en 2008 tras casi 30 años de carrera en la firma norteamericana, mostró su satisfacción por ser seleccionado para servir a la patronal “en uno de los momentos más cruciales en la historia de la industria farmacéutica” y afirmó estar confiado de que esta seguirá jugando un rol imprescindible en la provisión de una atención sanitaria que sea coste-efectiva y de calidad.

La PhRMA también anunció el nombramiento de Robert Hugin, máximo responsable de Celgene, como adjunto a Lechleiter, y el de Ian Read, su homólogo en Pfizer, como tesorero de la junta directiva de la patronal.