Afirman que la AF es “innecesaria” y dan un aviso a la Administración por “encorsetar” la labor del médico

Sostienen que la dispensación en centros de atención primaria mejoraría el uso racional del medicamento

| 2009-03-08T18:28:00+01:00 h |

m. raspal / j. nieto

Madrid

La Organización Médica Colegial (OMC) ha vuelto a insistir en sus ataques contra la Atención Farmacéutica (AF) con el anuncio del inicio de un estudio sobre “Prescripción personalizada, dispensación y seguimiento farmacoterapéutico”, en el que participarán 1.500 médicos. Un estudio que, según la OMC, tiene como objetivo “garantizar la calidad de la prescripción, asegurar la dispensación desde la oficina pública de farmacia por el farmacéutico y optimizar el cumplimiento del tratamiento por el paciente”.

Son estos dos últimos objetivos los que se utilizan desde la OMC para poner en cuestión la labor del farmacéutico en la oficina de farmacia. Así, consideran que “la AF quebranta la autoridad y responsabilidad clínicas que amparan al paciente”, y estiman que para poder ejercerla resultaría imprescindible “que el farmacéutico diagnostique y disponga de una historia clínica del enfermo y establezca una relación clínica con el paciente”. Algo para lo que, según la OMC, “carece de conocimientos, formación práctica, adiestramiento, autorización social y responsabilidad legal”.

Además de considerar “innecesaria” la AF, inciden en indicar que ésta sería “una pesada carga económica”, ya que “absorbería cuantiosos recursos financieros del SNS y significaría, en la práctica, la privatización mayor de éste, pues su inversión y su gasto se destinarían a establecimientos de propiedad privada”. Igualmente, afirman que “en realidad no existe” y, por ese motivo, en “ningún lugar del mundo la hay”.

Sobre este aspecto, afirman que el debate sobre la AF es “un conflicto de subsistemas sanitarios”. Según ellos, “por un lado está la atención médica, con un modelo muy intervenido, regulado y socializado, frente a la oficina de farmacia, que se desarrolla en un marco privado muy liberal, con aspiraciones de ampliar su ámbito de actuación en dirección opuesta al SNS”.

El vicesecretario de la OMC, Francisco Toquero, señaló que “los farmacéuticos dicen que el seguimiento farmacoterapéutico es propiedad de las farmacias, y no es así porque todos los medicamentos tienen efectos secundarios. Y es el médico quien lo valora antes de prescribir”. Para él, no se trata de dar un aviso sino de aclarar “que las lindes entre competencias profesionales deben ser estrictas y la Ley de Profesiones Sanitarias debe cumplirse”.

Una opinión con la que coincidió el presidente del Consejo de Médicos extremeño, Pedro Hidalgo, quien manifestó que “los farmacéuticos tratan de adelantarnos por la derecha, sesgando parcelas de poder de la profesión médica”. Y es que, para él, “el consejo está en la farmacia y la atención en el médico”.

Dispensación

Uno de los puntos más polémicos que apunta la OMC en el estudio es “la creación de una infraestructura de dispensación de medicamentos en los centros de atención primaria” para, según ellos, “contribuir a una mejora en la consecución de un uso racional del medicamento”. En este sentido, cabe destacar que los aspectos sobre custodia, conservación y dispensación de medicamentos se encuentran recogidos en el artículo 6 de la Ley de Garantías.

Así, ésta corresponde, además de las oficinas de farmacia abiertas al público, legalmente autorizadas, “a los servicios de farmacia de los hospitales, de los centros de salud y de las estructuras de atención primaria del SNS para su aplicación dentro de dichas instituciones o para los medicamentos que exijan una particular vigilancia”. Unas limitaciones que pondrían en cuestión esa “infraestructura de dispensación de medicamentos en los centros de atención primaria”.

Pese a ello, se insistió en la presencia de un farmacéutico en los centros de salud que se ocupase de “controlar el botiquín y que la posología se da como se debe dar. Luego está la farmacia de calle que vende cremas, gafas de sol…”. Una farmacia de calle que impone, según ellos, una base de datos, el Bot Plus, que es “mercantilista”.

La Administración

Por otra parte, la Administración también recibió su ración de críticas por parte de la OMC, que consideró que el programa de uso racional del medicamento de la Ley de Garantías “no satisface al médico ni le permite controlar en toda su extensión el acto de la prescripción con calidad, supervisión de la dispensación por parte del farmacéutico y el seguimiento farmacoterapéutico”.

Toquero defendió la libertad de prescripción médica, que según ellos “la Administración encorseta en un programa informático que nos dice lo que tenemos que hacer, aunque el medicamento no sea el adecuado, sólo porque es el más barato”.