La relación entre distribución e industria ha cambiado en los últimos años con el establecimiento de nuevos servicios a los laboratorios

Uno de los riesgos a los que se enfrenta el actual modelo solidario de distribución es el interés por parte de mayoristas multinacionales

| 2010-10-15T16:37:00+02:00 h |

redacción

Madrid

El negocio de la distribución de medicamentos en nuestro país es un ‘pastel’ deseado por parte de muchas multinacionales que operan en países de nuestro entorno. Sin embargo, si hay algo que salvaguarda la distribución solidaria y de amplia gama en España, caracterizada por no distinguir entre farmacias grandes o pequeñas, entre lejanas o cercanas a los almacenes, o entre grandes núcleos urbanos y zonas rurales, es el modelo farmacéutico en el que está integrada. Es decir, un modelo regulado que vela por que todos y cada uno de los ciudadanos tengan las mismas posibilidades de acceder a los medicamentos.

En los últimos años este modelo ha sido puesto en riesgo, tanto desde fuera como desde el interior de nuestras fronteras. Desde dentro, por la presión sobre la viabilidad económica de las distribuidoras por los continuos recortes de sus márgenes. “El modelo solidario de distribución está implantado gracias a las cooperativas. Los últimos RDL y la actuación de las administraciones nos hace pensar que el Ministerio de Sanidad no valora como debiera este modelo”, dice Leandro Martínez, presidente de Cofarán, que solicita un marco estable para garantizarlo.

Desde fuera debido al interés de grandes multinacionales distribuidoras por acceder a este sector en nuestro país, batalla que se libró y se librará en Bruselas y Luxemburgo. En este sentido, Lluís Barenys, presidente de Federació Farmacèutica, considera que uno de los riesgos a los que se enfrenta la distribución tradicional de nuestro país es que “se quiera imponer un modelo ajeno a nuestra realidad”. Así, cree que “hay mayoristas multinacionales interesados en imponer un modelo de integración vertical, en controlar toda la cadena del medicamento y en disponer de oficinas de farmacia propias”.

Un riesgo real que enfrenta, por un lado a “la capacidad de influencia a nivel institucional de estas multinacionales” y, por otro, a “la incapacidad que tengamos los propios farmacéuticos de darnos cuenta de estas intenciones son los mayores peligros que afrontamos, no sólo el modelo tradicional de distribución, sino también el modelo de oficina de farmacia”.

Un nuevo socio ya conocido

La distribución directa por parte de los laboratorios a las oficinas de farmacia es otra de las prácticas que han puesto en riesgo el modelo actual de distribución. La ruptura de la cadena farmacéutica por el eslabón de la distribución ha llevado a este sector a tratar de establecer nuevos vínculos con los laboratorios para que estos tengan satisfechas todas sus necesidades y, de este modo, la distribución pueda cumplir con su cometido.

A este respecto, en los últimos años la relación entre distribución e industria ha cambiado. La distribución ya no se presenta como una amenaza para los laboratorios. Al contrario, las distribuidoras se han convertido en un buen aliado de la industria, al ofrecer a ésta una serie de servicios que han trasformado la relación de desconfianza que existía años atrás.

De este modo, muchos almacenes ofrecen a los laboratorios servicios que van más allá de la simple distribución. Almacenaje, servicios logísticos tradicionales, logística inversa, sistemas que permiten al farmacéutico realizar sus transfers a través de Internet, control de existencias, reclamaciones, labores de administración o mejoras en los sistemas de gestión, son algunos de estos servicios. Y es que, tal y como remarca Martínez, “el mejor aliado de la distribución farmacéutica, y por tanto de las oficinas de farmacia, debería ser la industria farmacéutica y viceversa. Nos conocemos, nos entendemos y por ello deberíamos aportar cada uno nuestras fortalezas para conseguir objetivos comunes”

En el mismo sentido se expresa José Pablo Torres, presidente de Cofex, que afirma que “la distribuidora farmacéutica de gama completa somos imprescindibles, tanto para la industria como para la oficina de farmacia”. Para él, la venta directa de los laboratorios está recogida por la Ley de Garantías y no cree que sea una amenaza para las distribuidoras. “Es más, con la industria nos unen muchos más puntos de los que nos desunen, nos complementamos”, manifiesta.