| viernes, 16 de mayo de 2014 h |

La Mesa Electoral constituida para las elecciones del COFM ha zanjado su estrafalaria actuación durante la tarde del pasado miércoles, víspera de San Isidro en Madrid, con un comunicado que leyó uno de sus cuatro miembros. Se trataba de un guión meticulosamente redactado a modo de “acta” en la que deja por escrito todo menos lo que importa: qué razones objetivas excluyen a la candidatura de Alexia Lario. La opacidad mostrada sólo alimenta el sectarismo de la Mesa Electoral a favor de los candidatos miembros de la actual junta, aunque para hacerlo lo disfracen de “cumplimiento de los estatutos” y de “unanimidad”. No se ha hecho público el informe de la Consejería de Sanidad, una patata caliente que querían pasarle a Manuel Molina, y que no ha dado el resultado esperado: la inspección confirma que ejerce de ortopeda el vocal de la candidatura de Lario.

La Mesa Electoral, al ser requerida para que aclare esto durante la reunión pública del pasado miércoles, afirmó que “se hará público lo que deba hacerse público”. ¡Cuánto conocimiento de plazos y política por los cuatro fantásticos miembros! ¡Qué capacidad de manipulación de los informes y opacidad! La razón verdadera de que no quieran hacer público dicho informe es que, si lo hacen público antes, hubiera sido muy difícil apartar a Lario de las elecciones. La Mesa Electoral ha negado (y lo sigue haciendo) información básica, ha sido lenta en sus deliberaciones y en el cumplimiento del mandato del juez, y siempre ha seguido un cometido sectario y discriminatorio: no dejar que Lario se presente a las elecciones.

A la Mesa Electoral no le preocupa que se haya demostrado que la candidata a la vocalía de ortopedia del actual secretario, Luis González, esté en las mismas condiciones que el vocal de la candidatura de Lario: sólo les importa, la manera en la que esa información salió del Colegio. No les interesa que en la candidatura de González haya la misma irregularidad que en la que hace a Lario no elegible según ellos, sino cómo se produjo la filtración de la información. Y, por supuesto, no leen ni se informan, porque si lo hubieran hecho estarían también cuestionando la candidatura de González. Todo menos eso.

Su intento de dar lástima demuestra su incapacidad: se sienten acosados porque se les pregunte sobre su cometido. No contestan en sus farmacias, en el colegio en el horario absurdo de la hora de comer, ni en las ruedas de prensa. Mudos, ciegos y sordos.

Elegirles no ha sido un sorteo, es una lista precocinada. Cuatro farmacéuticos de base habrían actuado diferente.

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El juez vio indicios de irregularidades y la Mesa Electoral (ME) insiste con dichas irregularidades que perjudican a Alexia Lario. El Juez deberá volver a intervenir.

El intento de pasar la patata caliente a Manuel Molina y la Inspección de la Comunidad de Madrid no funciona: no se invalida la vocalía de ortopedia de la candidatura de Alexia.

Ninguna de las otras tres candidaturas al Colegio de Farmacéuticos de Madrid cuestiona a la Mesa Electoral: parece que sólo desean que se presenten miembros de la actual junta.

La ME está muda (no explica por qué invalida la candidatura de Lario ni lo que la Comunidad de Madrid ha dicho), ciega (no lee bien las normas, ni la información publicada, ni los autos del Juez) y sorda (desoye las críticas de los colegiados.