La OMC y el CGCOF coinciden en la necesidad de que el médico tenga información sobre los medicamentos adquiridos sin receta
Los expertos creen que el papel de médicos de atención primaria, enfermeros y farmacéuticos es esencial para un autocuidado responsable
J. M. López
Santander
Si algo tienen claro los profesionales sanitarios, la industria farmacéutica, los pacientes y la administración es que hay que fomentar el autocuidado de la salud a todos los niveles. Un fomento que pasa por una mayor formación de los pacientes en todo lo referido a su salud, así como por una estrecha colaboración entre los diferentes agentes sanitarios.
En esta línea se expresó la semana pasada el director general de Farmacia, Alfonso Jiménez, en su intervención en el curso organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, “Autocuidado de la Salud: derecho y deber del ciudadano”, organizado por el Instituto de Formación Cofares y la Asociación para el Autocuidado de la Salud (Anefp) y que contó con la dirección de Enrique Sánchez de León, ex ministro de Seguridad Social y presidente de Fundamed.
Jiménez explicó que el autocuidado “debe impregnar el conjunto de las políticas sociales” y, por ello, aseguró que debe elaborarse una “estrategia global que implique, al menos, al mundo educativo, laboral y sanitario”. Además, explicó que es imprescindible involucrar a todos los niveles asistenciales, especialmente a la atención primaria y la enfermería. Del mismo modo, consideró “imprescindible una participación activa de los farmacéuticos”, cuya colaboración es “fundamental”.
Sobre esta colaboración, el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín, indicó que se debe incrementar la información cruzada entre ambos profesionales. Por ello, reclamó que los médicos deben tener “información suficiente de los medicamentos que se adquieren al margen de la prescripción”, y se mostró partidario de “permitir que la farmacia entre en los registros de medicamentos de la historia clínica”. Cuestión en la que, según aseguró, OMC y CGCOF coinciden plenamente.
Por su parte, Ana Aliaga, secretaria general del CGCOF, puso de manifiesto el papel que el farmacéutico tiene en el ámbito del autocuidado por su cercanía al paciente. Así, destacó que el autocuidado tiene “una dualidad muy importante: el farmacéutico y el paciente responsable”, y resaltó el esfuerzo del boticario para reciclarse. ¿Ejemplo? El Plan de Formación Continuada.
Además, Aliaga destacó la labor informativa y desinteresada hacia los pacientes que realizan los farmacéuticos. De todos los pacientes que entran a pedir consejo a una farmacia, al menos “uno de cada cinco se va sin un medicamento”, explicó. Una afirmación avalada por Emilio Marmaneu, vicepresidente de la Alianza General de Pacientes (AGP), que alabó la labor que realizan farmacéuticos y auxiliares, unos profesionales que “tienen los diez minutos de los que el médico no dispone”.
En este sentido, Marmaneu hizo un llamamiento a generalizar el autocuidado y extenderlo a familiares y amigos de los enfermos y muy especialmente a los mayores, “que son los máximos consumidores de medicamentos”, a los que hay que “enseñar” para que tengan un envejecimiento activo en materia de preservación de su salud.
Otro de los participantes en el curso fue Máximo González Jurado, presidente del Consejo de Enfermería, que destacó que el autocuidado y su promoción es algo inherente y “obligatorio” de la profesión enfermera. “Forma parte de la formación de la enfermería desde hace 40 años”, dijo. A este respecto, aseguró que el autocuidado es “una forma extraordinaria por sostener” el Sistema Nacional de Salud. Por ello, reclamó la necesidad de promover el autocuidado y aportar al ciudadano “información suficiente e independiente reduciendo la dependencia de la medicalización”.
Por su parte, Javier Font, presidente en funciones de Anefp, reclamó apoyo a la administración para fomentar el autocuidado. Para ello, pidió flexibilizar los procedimientos y evitar la convivencia de medicamentos de prescripción y sin receta con la misma composición e indicaciones. Font aprovechó para exponer los beneficios que los medicamentos del autocuidado genera para los farmacéuticos, tanto por “reforzar su papel sanitario” como, en el ámbito económico, por su margen real superior al de los medicamentos de prescripción. Igualmente, pidió a los médicos que vean a estos medicamentos como “una herramienta más de ayuda a su labor asistencial” que, además, “ahorra recursos al sistema”.