j. nieto Madrid | viernes, 25 de mayo de 2012 h |

Tras estar cinco años en la Special 301 Report, una lista en la que el Gobierno de Estados Unidos incluye a países que no protegen adecuadamente los derechos de propiedad industrial e intelectual, España ha salido este año de ella. Una buena noticia para crear un clima de confianza que repercutirá en el interés de las compañías farmacéuticas extranjeras por invertir en España.

Así lo manifestó la pasada semana el presidente de Lilly y del Comité de Innovación y Propiedad Intelectual e Industrial de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España (AmChamSpain), Eric Patrouillard, quien afirmó que la salida de España del Special 301 Report puede “animar a la industria farmacéutica a invertir en España”. Sobre este particular, consideró que, además de la importancia que tiene que se reconozca que en España se reconocen los derechos de propiedad intelectual, sería importante que “se cree un marco estable y no se cambien las reglas del juego”, tal y como ha ocurrido, por ejemplo, con las continuas bajadas de precios recogidas en diferentes reales decretos-ley publicados en los últimos años.

Y es que, para él, el problema no se encuentra en el gasto farmacéutico, que es el 15 por ciento del gasto sanitario, menos del 1 por ciento del PIB. “Si se diesen los medicamentos gratuitos no se solucionaría el problema”, señaló. De este modo, animó a “cambiar el círculo vicioso en el que estamos por un círculo virtuoso y convencer a los políticos que la industria farmacéutica atrae inversión, además de innovación”.

En este sentido, el presidente de Lilly incidió en los costes que conlleva crear una patente farmacéutica, “unos 1.800 millones de dólares”, así como en que, por ejemplo, la inversión en I+D+i en España de esta industria constituye el 20 por ciento del total y atrae inversiones de 50.000 millones de euros al año. Así, Patrouillard señaló que “fomentar la innovación es responsabilidad del Gobierno”, al tiempo que recordó que si no se apuesta por la innovación “perderemos 22.000 empleos y un valor muy importante en el IBEX”.

El poder de la innovación

Patrouillard realizó estas declaraciones durante la presentación de la II Conferencia Anual que celebrará el 29 de mayo en Madrid AmChamSpain bajo el título “El poder de la innovación: La propiedad intelectual e industrial”. Una jornada, que inaugurará el presidente de esta organización, Jaime Malet, y en la que participarán representantes de la industria farmacéutica, así como expertos en contenidos digitales.

Se trata de una jornada en la que se abordarán los retos a los que se enfrentan la industria farmacéutica y de contenidos desde el punto de vista de la propiedad industrial e intelectual.

El presidente y CEO de la patronal de la industria farmacéutica americana (PhRMA), John Castellani, agradeció la semana pasada a los líderes del G-8 que hayan introducido el problema de las falsificaciones de medicamentos en su agenda y lo hayan definido como una “amenaza para la salud pública mundial”. Castellani defendió que las falsificaciones suponen “un crimen contra los pacientes y generan un alto riesgo para la salud pública, ya que este tipo de fármacos pueden dar lugar a resistencias, enfermedades, discapacidad e incluso la muerte”. Asimismo, añadió que es un problema “difícil de cuantificar”, aunque existen algunas estimaciones que indican que las falsificaciones de medicamentos están creciendo en el último tiempo.

Por este motivo, desde la patronal estadounidense entienden que es de vital importancia que este problema global sea tomado en cuenta por los organismos internacionales, en los que ocupan un lugar destacado los miembros del G-8. Para dar este primer paso, parece que fue clave la intermediación del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. Eso es al menos lo que se extrae del comunicado remitido la semana pasada por la PhRMA, en el que Castellani aplaudió “el liderazgo del presidente Obama para llevar esta iniciativa al G-8”, la cual se tradujo en una serie de recomendaciones dirigidas a la protección de la propiedad intelectual y el acceso de los pacientes a medicinas seguras.