Marta Riesgo Madrid | viernes, 10 de julio de 2015 h |

El suministro de medicamentos a Grecia ha sido uno de las mayores preocupaciones sociales nacidas de la incertidumbre económica y política del país heleno. Desde el pasado mes de diciembre hospitales y el sistema asegurados nacional no pagan sus facturas a la industria, acumulando una deuda total que supera los 1.000 millones de euros, según cifras de la patronal de la industria innovadora europea, Efpia. Con estas cifras sobre la mesa y en un marco tan inseguro como el actual la industria farmacéutica tiene listos planes de contingencia para poder asegurar el suministro ante los posibles escenarios que puedan originarse tras semanas de negociaciones del gobierno de Alexis Tsipras con la Unión Europea.

Las compañías británicas AstraZeneca y GSK confirmaron a EG que tenían listos sus planes de contingencia. El objetivo del plan, dicen desde GSK, “es garantizar que los pacientes reciban los medicamentos que necesitan y asegurar el suministro de medicamentos y vacunas e intentar asegurar el pago”. Aunque no profundizaron en medidas concretas incluidas en el programa, aseguraron que trabajan con varios posibles escenarios que puedan darse en el país.

Horas antes de celebrarse el referéndum en que los griegos dieron la espalda al acuerdo propuesto por la Unión Europea, el director general de la patronal, Richard Bergström, envió una carta al comisario europeo de Salud, Vytenis Andriukaitis, donde alertaba de los riesgos que sobrevuelan, no solo sobre Grecia, sino sobre la industria farmacéutica europea.

En el escrito mostraba su preocupación sobre lo que podría ocurrir si Grecia se ve forzada a abandonar el Euro. La industria está convencida de que el ‘Grexit’ — término que se utiliza para la posible salida de la UE — el peor escenario posible, podría poner en peligro la integridad de la cadena de suministro de medicamento, lo que supondría un riesgo para la Salud Pública.

De este modo, la patronal europea solicita de la Comisión Europea un diálogo específico sobre las posibles soluciones que podrían requerir la acción o aprobación previa de la propia Comisión, no solo para evitar los problemas de salud pública en Grecia, sino los que amenazan al sector farmacéutico.

Según la Efpia, dado el extenso uso del Sistema de Precios de Referencia Internacional —26 de los 28 estados referencian los precios de otros países—, “cualquier reducción anormal de precios en Grecia se extendería por toda Europa”. Esa reducción de precios se produciría tanto con la devaluación del dracma como si, ante un mantenimiento de los precios, las compañías decidieran bajarlos en Grecia para asegurar el acceso en el país heleno. En cualquier escenario, la patronal pide a la Comisión que facilite un acuerdo político para que los estados de la UE no referencien los precios de Grecia.

En cuanto a los posibles problemas de suministro a corto plazo, la Efpia ha confirmado que calcula que la industria griega del sector dispone de suministros suficientes para asegurar la distribución de medicamentos a las farmacias durante tres o cuatro meses.

No obstante el corralito al que se ve sometido el pueblo griego ha afectado de forma directa en la capacidad de los ciudadanos para adquirir sus medicamentos. El límite de 60 euros diarios de retirada de dinero de los cajeros ha provocado que muchos ciudadanos no puedan permitirse retirar sus fármacos.

Por el momento, el Gobierno francés ha recomendado a sus ciudadanos que tengan pensado viajar en los próximos días a Grecia que lo hagan con los medicamentos necesarios.