Rafael Cordón, director de la Unidad de Medicina Clínica Merck, asegura que el sector sanitario tiene mucho que aportar a la industria

Durante el XXVI Encuentro Salud 2000, los expertos coincidieron en la necesidad de reorganizar el sistema sanitario y optimizar los recursos

| 2011-10-14T16:12:00+02:00 h |

Redacción

Carmen González

Presidenta ejecutiva de la Fundación Salud 2000. “La administración necesita el apoyo de todos los actores. Ojalá los políticos tengan cabeza y se fíen de los programas hechos”.

Andrés Iñiguez

Patrono de la Fundación Salud 2000. “La eficiencia hay que promoverla, no solo hay que incidir en los recursos financieros. Tenemos lo que tenemos y, a lo mejor, podemos hacerlo mejor”.

Carlos Macaya

Presidente de la Sociedad Española de Cardiología. “Recursos sí que hay, lo que hay que hacer es un ejercicio de organización y planificación para mejorar la eficiencia”.

Alejandro Toledo

Presidente de la Alianza General de Pacientes. “Estoy preocupado por las desigualdades territoriales en el país. O paramos esta inercia o habrá pacientes de primera y de segunda”.

Rafael Cordón

Director de la Unidad de Medicina Clínica Merck. “El modelo de relación con la industria farmacéutica no debe ser de mera colaboración, tiene que cambiar: hay que buscar alianzas”.

Joaquín Alonso

Responsable del Plan Estratégico de Cardiología de la CAM. “Hay que seguir innovando y en temas cardiovasculares más todavía, porque encima es rentable”.

R. C.

Madrid

“¿Qué pueden aportar los sectores sanitarios a la industria farmacéutica innovadora?”. Con esta pregunta sorprendió Rafael Cordón, director de la Unidad de Medicina Clínica de Merck, a los expertos reunidos en el XXVI Encuentro Salud 2000, organizado recientemente por la Fundación de Ciencias del Medicamento y Productos Sanitarios (Fundamed) y la Fundación Salud 2000. Acto seguido, Cordón se encargó de contestar a su propia pregunta, al asegurar que el sector sanitario puede aportar “mucho y gratis” a la industria farmacéutica. Por este motivo, Cordón pidió un cambio en el modelo de relación industria farmacéutica-sector sanitario, un cambio que se base en la “búsqueda de alianzas estratégicas” y no solo en meras colaboraciones.

Y es que, en opinión de Cordón, la industria farmacéutica ha sido siempre “una pieza clave del sistema de salud”, un sector que ha apoyado constantemente infinidad de proyectos y que, a pesar de todo eso, no está todavía suficientemente reconocida. A este respecto, aseguró que la industria tiene más cosas que ofrecer aparte de recursos, por lo que reiteró su petición de un “cambio de mentalidad” que lleve a un cambio de modelo, algo que es necesario en un contexto de crisis y recortes económicos como el actual.

Precisamente, este contexto es el que llevó a Cordón a formular su queja en forma de pregunta. Y es que, según él, hasta el momento la industria farmacéutica es “a la única a la que se le han pedido esfuerzos económicos”, por lo que se hace necesario que “el Gobierno, las asociaciones de pacientes y los profesionales sanitarios se comprometan ahora a ayudar a la industria farmacéutica”. Así, se mostró favorable a un pacto con el sector sanitario, pero con condiciones: “de mutuo apoyo y no unidireccional”, un acuerdo en el que Cordón aseguró que se tendría en cuenta “cómo han jugado ya algunos jugadores” a lo largo de estos años.

Para justificar su discurso, Cordón aseguró que “el límite de la viabilidad de las empresas en España empieza a estar en peligro”, y puso sobre la mesa los últimos recortes a los que se ha visto sometida la industria farmacéutica que, en solo dieciocho meses, ha visto reducida su facturación en un treinta por ciento. Y todo ello cuando este sector es responsable del aumento de la esperanza de vida de al menos un cuarenta por ciento, además de ser el sector que más invierte en I+D (un veinte por ciento). Tal y como recordó Cordón, con la bajada progresiva de ingresos, “la posibilidad de reinvertir cada vez se reduce más”.

Eficiencia

Pero la situación de la industria farmacéutica y las peticiones de Cordón al respecto de un cambio de modelo no fueron los únicos temas de los que se trató a lo largo del XXVI Encuentro Salud 2000. De hecho, el tema principal del debate se centró en la cardiología como área prioritaria asistencial y en su impacto en el sistema sanitario.

Al respecto de este tema, Andrés Iñiguez, jefe de servicio de Cardiología del Hospital Meixoeiro de Vigo y patrono de la Fundación Salud 2000, manifestó su indignación por la cantidad de recursos destinados a la prevención de accidentes de tráfico frente a los destinados a la prevención de enfermedades cardiovasculares, cuando solo la cifra de muertos por infarto es siete veces mayor que la de fallecidos por accidente de tráfico.

Eso sí, Iñiguez reconoció la parte de culpa que han tenido aquí los propios profesionales, que trasladaron “mensajes optimistas” a la sociedad acerca de la minimización del impacto de este tipo de enfermedades. Y es que, si bien es cierto que en los últimos tiempos disminuyó la tasa de mortalidad de estas enfermedades gracias a políticas de prevención, la realidad ahora es que, tal y como recordó Joaquín Alonso, responsable del Plan Estratégico de Cardiología de la Comunidad de Madrid, en esta época de sedentarismo y obesidad, “las tasas pueden incluso aumentar”. Una afirmación que secundó totalmente Iñiguez, que añadió que los datos de morbilidad continúan creciendo.

Otro de los temas que se trató durante el encuentro fue el de la asistencia a crónicos. Ante esto, Alonso planteó los tres retos a los que se enfrenta el sistema sanitario actualmente: unos médicos a los que se formó principalmente en patologías agudas, una estructura sanitaria basada en hospitales y la necesidad de fomentar las relaciones profesionales multidisciplinares. Las desigualdades existentes entre las diferentes comunidades autónomas en materia de salud fue otro de los temas de debate, un asunto con el que Alejandro Toledo, presidente de la Alianza General de Pacientes, se mostró especialmente preocupado: “O paramos esta inercia o habrá pacientes de primera y de segunda según el territorio en el que residan”.

Pero de lo que más se habló fue de reorganización del sistema sanitario, de búsqueda de eficiencia y de optimización de recursos, algo para lo que, en opinión de Carlos Macaya, presidente de la Sociedad Española de Cardiología, solo hace falta un “ejercicio de planificación”, ya que España está dotada de recursos suficientes.