Pregunta. La creación del Ministerio de Innovación, ¿es tan prometedora como parecía?
Respuesta. Si bien es cierto que tenemos que darle algo más de tiempo, la apuesta del Gobierno por tener un departamento que vele por la I+D siempre es una buena noticia, porque es un reconocimiento a la importancia que debe tener la I+D en el desarrollo económico del país.
P. ¿Ya ha habido contactos con este departamento?
R. Sí, les hemos transmitido que aquí nos tienen para apoyar y respaldar sus iniciativas, y también les hemos hecho una presentación de nuestro sector, de la que esperamos una respuesta.
P. Pero con el nuevo ministerio, ¿no hay riesgo de desligar la sanidad de la innovación?
R. Estoy de acuerdo con el Gobierno en que la voluntad es reforzar, jamás restar. Nosotros estamos al servicio del país y esperamos que haya una reciprocidad. Ante las propuestas de esta nueva legislatura, no es que sea escéptico, pero sí estamos a la espera, porque aún es pronto para decidir. Somos un sector de país, no de ministerios, y dependemos de diversos de ellos. Por eso, el plan integral propone una mesa de trabajo con una representación del Gobierno.
P. Contar con 17 modelos autonómicos, ¿es una ventaja o un inconveniente?
R. Para el sector farmacéutico, poder respaldar a 17 comunidades debe ser una ventaja, puesto que permite tener una relación más estrecha con la realidad de cada una de ellas. Sin embargo, si esto implica que existan 17 políticas farmacéuticas, puede resultar dificultoso para el desarrollo de la actividad industrial y empresarial de las compañías.
P. Entonces, ¿las relaciones con las distintas administraciones son mejorables?
R. Creo que hay una relación constructiva y que existe la voluntad por parte de ambas partes para acometer planes específicos. Soy optimista en cuanto a la posibilidad de sacar lo mejor de nuestro sistema y abordar sus debilidades de forma que podamos contar con un sector fuerte, consolidado y competitivo.