FRANCISCO ROSA Madrid | viernes, 07 de marzo de 2014 h |

El presidente saliente de Roche, Franz Humer, ha vuelto a lanzar un mensaje rotundo a las autoridades europeas, en línea con lo que habían hecho previamente algunos líderes del sector. Así, en unas declaraciones recogidas la semana pasada por el portal de noticias First Word Pharma, Humer advirtió que se hace necesario que los países de la Unión Europeo valoren la innovación adecuadamente si desean que la industria farmacéutica mantenga sus inversiones en el Viejo Continente. Asimismo, alertó de que “si esas inversiones se van, es difícil que vuelvan”. Para evitarlo, dijo el ya ex presidente de la firma suiza, será necesario que “administraciones e industria diseñen de una nueva fórmula que valore la innovación por su efectividad y su aportación social”.

Las palabras de Humer sonaron tan rotundas como reiterativas. En una línea similar se había pronunciado antes el máximo representante de la industria europea, el director general de la Efpia, Richard Bergström. Este reconocía hace unos meses, en una entrevista con EG (ver número 617 ), que es preciso que los gobiernos den algunos pasos para compensar la presión sobre los precios. Una presión que justificaba con la necesidad de realizar ajustes, pero que ha producido una fuerte erosión en las cuentas de los laboratorios.

“En Europa tenemos la capacidad humana, tecnológica y a nivel de equipamientos para liderar el sector de la investigación en ciencias de la vida. Solo hay que incentivar la inversión en I+D para retener a la industria y a los científicos en nuestros países. La mejor forma de hacerlo es garantizar el acceso de los pacientes a la innovación. De esa forma se estarían enviando las señales correctas para que las compañías mantuvieran su actividad investigadora en el continente europeo”, señalaba el presidente de la patronal europea.

Réplicas a nivel nacional

El mensaje de advertencia lanzado por la industria a nivel europeo ha sonado también con fuerza en el ámbito nacional. Concretamente, en el último año, han sido varias las compañías del sector, así como la propia patronal, las que han avisado a las autoridades españolas de que si no se combina un mejor acceso a la innovación con las medidas necesarias para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud se estarían comprometiendo las futuras inversiones de los laboratorios farmacéuticos en nuestro país. Mensajes similares también han sido lanzados por ABPI en Reino Unido y compañías como Bayer en Alemania.

La semana pasada tuvo lugar la incorporación de Cristoph Franz a la presidencia de Roche, en sustitución de Franz Humer, que se despidió con una dura advertencia a las autoridades europeas y con algunos mensajes referidos al futuro de la compañía en el ámbito de las fusiones y adquisiciones. El nuevo presidente de la firma suiza agradeció, durante su intervención en la asamblea general, la confianza que han puesto en él los inversores, y extendió dicho agradecimiento al presidente saliente por dejarle una compañía que no ha parado de cosechar éxitos en los últimos 19 años. “Bajo su liderazgo, Roche se ha convertido en un auténtico líder dentro del mercado farmacéutico y de diagnóstico”, subrayó el nuevo presidente. Unas palabras que, por cierto, fueron replicadas por el consejero delegado de la compañía, Severin Schwan, que agradeció a Humer todo lo que le ha dado al laboratorio en estos años.

Una vez concluida la ronda de reconocimientos al presidente saliente, llegaron las buenas palabras para el nuevo timonel, Cristoph Franz. Durante su intervención, Humer mostró su total confianza en la capacidad de este para continuar haciendo de Roche una compañía exitosa durante los próximos años, en los que Roche espera seguir afianzándose como una de las compañías más sólidas del sector.