El presidente de Farmaindustria, Jordi Ramentol, reconoció que estaban satisfechos con el “concepto de plataforma” del plan

La nueva estrategia de colaboración da continuidad al entendimiento que surgió en marzo de 2009 entre Sanidad yla patronal innovadora

| 2011-04-01T17:12:00+02:00 h |

Arturo Díaz del Campo

Madrid

“Hoy es un día importante para el país y para la industria farmacéutica”. El presidente de Farmaindustria, Jorge Ramentol, y la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, coincidieron en la trascendencia del Plan Sectorial de la industria farmacéutica que se presentó la semana pasada. Después de varios meses de negociaciones y estudios, quedaron definidas las líneas maestras de lo que debe ser, según Ramentol, “un punto de inflexión”.

Enmarcada, como solicitó desde un primer momento Farmaindustria, en el Plan Integral de Política Industrial 2020, la nueva hoja de ruta creará una plataforma que aunará los esfuerzos de la industria farmacéutica y la Administración Pública. Por parte del Ejecutivo, la representación correrá a cargo de las carteras de Sanidad y de Ciencia e Innovación. Eso sí, siempre con la colaboración del Ministerio de Economía y Hacienda y de la cartera de Industria, Turismo y Comercio. Con ello, como confirmó la titular del Ministerio de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, se trata de “una acción de gobierno dirigida a maximizar la aportación de la industria farmacéutica a la sociedad española”.

La estructura del Plan Sectorial estará dividida en la creación de un Grupo de Alto Nivel (GAN) y de cuatro Mesas de Trabajo que tratarán distintos temas. El GAN estará coordinado, además de por los cuatro ministerios anteriormente citados, por la Oficina Económica del Presidente del Gobierno, e intentará dotar de apoyo político al plan, coordinar su actividad e informar al presidente del Gobierno de los avances y resultados del mismo.

En cuanto a las Mesas de Trabajo, dos dependerán del Ministerio de ciencia e Innovación, concretamente la de I+D y la de Innovación y Competitividad. Por su parte, el departamento de Sanidad, Política Social e Igualdad se encargará de coordinar la mesa de Acceso al mercado y la de Uso del medicamento.

En este sentido, destaca que las Mesas de Trabajo intentarán abarcar todos los temas susceptibles de ser abordados y tratar de ordenarlos de acuerdo con el ciclo de vida del medicamento y los interlocutores concernidos en cada caso. A partir de este mes de abril, las Mesas de Trabajo comenzarán su actividad para reportar cuanto antes al GAN las conclusiones obtenidas, con el fin de lograr los siete objetivos fijados en el plan.

Satisfacción de la patronal

La estructura y origen de esta nueva hoja de ruta ha dejado satisfecha a Farmaindustria, ya que como confirmó su presidente, Jordi Ramentol, están de acuerdo “con el concepto de plataforma” que se ha querido transmitir. Además, mostró la predisposición de la patronal a “dialogar y ser aliados” de la Administración para garantizar la estabilidad y predictibilidad, dos acciones “necesarias para el Sistema Nacional de Salud”.

Precisamente, la calidad del sistema sanitario español fue uno de los puntos más mencionados por los encargados de presentar el Plan Sectorial. A este respecto, la ministra de Sanidad mencionó que se buscará lograr “un sistema sostenible con el apoyo de la industria farmacéutica”. Además, la titular de Sanidad aseguró que “el enfoque de este plan no se plantea como un programa de ayudas que compense las medidas de ajuste adoptadas”, en referencia a los reales decretos-ley 4/2010 y 8/2010.

Por su parte, y como una de las particularidades de la nueva estrategia, Garmendia señaló que se intentará fomentar la colaboración entre compañías puramente farmacéuticas y empresas biotecnológicas, con el fin de poder sacar al mercado nuevas opciones terapéuticas dirigidas a los pacientes.

La aportación en lo que a proyectos de I+D+i se refiere, se dividirá durante 2011 en 200 millones de euros para el área de Salud dentro de la convocatoria Impacto, 50 millones del programa Incorpora 2011 para fomentar la formación y la incorporación de talento al sector farmacéutico, y 30 millones de euros de la iniciativa Invierte en el ámbito de capital riesgo.

Por su parte, Pajín destacó la aportación de “importantes recursos” por parte del Ministerio de Sanidad, y enumeró algunas de estas dotaciones, como los 20 millones de euros destinados al apoyo de la investigación clínica independiente o los 27 millones para proyectos de dinamización del entorno del Sistema Nacional de Salud.

La herencia de Bernat Soria

Por otro lado, los siete objetivos del Plan Sectorial para el desarrollo de la industria farmacéutica en España tienen un eje común: la creación de un partenariado público-privado para garantizar el desarrollo del sector, así como el máximo beneficio y los mayores niveles de equidad para los usuarios del Sistema Nacional de Salud.

Precisamente, la colaboración público-privada fue uno de los cuatro puntos del entendimiento de marzo de 2009 entre el Ministerio de Sanidad, entonces dirigido por Bernat Soria, y Farmaindustria. Sin embargo, no es el único punto en común. Aunque el Plan Sectorial prometido por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero abarca un concepto mucho más amplio, el desarrollo del empleo, la expansión exterior de la producción de las compañías farmacéuticas en nuestro país, y el impulso de la I+D, son un claro guiño al acuerdo adoptado entonces entre ambas partes.

Un acuerdo que se vio dinamitado con la publicación del RDL 8/2010, que impidió a la industria farmacéutica cumplir su parte del entendimiento al ejercer el Ejecutivo una presión sobre el precio de los medicamentos.

Colaborar en la garantía de acceso del conjunto de la población a todos los medicamentos que necesite en condiciones de igualdad efectiva.

Colaborar en la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, tanto en sus aspectos económicos como en los concernientes a su calidad, equidad y cohesión.

Estimular el uso racional del medicamento, término que engloba múltiples objetivos y responsabilidades.

Favorecer un marco regulador del medicamento que dote al sector de la mayor estabilidad y predictibilidad posibles.

Impulsar la I+D+i biofarmacéutica en general, y especialmente aquélla dirigida a aportar soluciones o avances significativos en el tratamiento de determinadas patologías, con planteamientos colaborativos público-privados.

Potenciar la producción farmacéutica en nuestro país, así como la expansión exterior incrementando las exportaciones.

Favorecer la estabilidad y el desarrollo del empleo en el sector, especialmente el empleo cualificado y el empleo de la mujer.