| viernes, 16 de marzo de 2012 h |

En estos tiempos tan difíciles para la inversión pública en campos como la investigación, la mano privada se erige como la salvaguarda de un valor de futuro tan determinante para el desarrollo de un país. Este dogma es el que sostiene a propuestas como la de la Fundación Biogen, que por sexto año consecutivo ha otorgado los Premios Jóvenes Investigadores.

En esta ocasión los galardones, dotados con 18.000 euros cada uno, han recaído sobre dos investigadores españoles por la excelencia de su trabajo: Manuel López-Aranda, por su descubrimiento “de una proteína que multiplica por 10.000 las capacidades de la memoria” y que podría ser una solución para los síntomas de enfermedades como el alzhéimer; y Laura Belver, por sus avances ante la paliación de enfermedades autoinmunes como el lupus.

El acto de entrega, realizado en la sede central del CSIC, ha contado con la presidencia de Carmen Vela, secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carlos Martínez, homólogo en 2008 y Guido Decap, vicepresidente de Biogen Idec. El panorama que dibujaron con sus discursos se presentaba desalentador para la inversión pública, pero Decap expuso su compromiso con el mecenazgo. “En estos tiempos tan difíciles la sinergia es muy importante. Nosotros trabajamos en la innovación científica formando investigadores y divulgando su trabajo, y ahora los españoles están haciendo un trabajo revolucionario”, apuntó.

Asimismo, el vicepresidente de la compañía estadounidense, explicó la necesidad de implicación que tienen las empresas dedicadas a la biotecnología con la ciencia y el conocimiento. “Como no podemos tenerlo todo en casa, estimulamos y premiamos a jóvenes científicos”. Decap, además, incidió en las dificultades presupuestarias de los jóvenes para iniciar sus trabajos y aseguró que ellos “siempre tratan de ayudar y financiar con estos premios”.