Gabriel Elorriaga
La cumbre de Lisboa de 2000 estableció unos objetivos que han marcado las líneas de las políticas de I+D del Ejecutivo. El PP puso el acento en los incentivos fiscales en un momento de crecimiento fuerte. El problema es que ahora, con pérdidas en las empresas, el incentivo fiscal tiene poca utilidad. Es necesario complementarlo con otras iniciativas, como las que incluye la proposición no de ley que el Grupo Popular ha registrado en el Congreso. No es suficiente con prorrogar los incentivos después de de 2011. Hay que ir más allá.