La UE busca innovar en I+D y recuperar posiciones frente a Japón y Estados Unidos
La propuesta consiste en orientar fondos a problemas actuales, como la sanidad
carlos b. rodríguez
Madrid
La Unión Europea presupuestó en 143.000 millones de euros su gasto en I+D+i entre 2007 y 2013, pero no es suficiente para recuperar el retraso que la UE sufre en cuento a innovación con respecto a sus principales competidores. Para recuperar posiciones frente a Estados Unidos y Japón, la Comisión Europea ha abierto una consulta pública que planteará propuestas concretas sobre financiación de la investigación. ¿El objetivo? Más innovación, más impacto económico, más investigadores y mejor uso del dinero del contribuyente.
Los últimos datos sobre el ranking mundial de la I+D vuelven a señalar una tendencia que parece volverse endémica. La mayoría de los indicadores recogidos en una evaluación anual muestran que Estados Unidos y Japón mantienen su liderazgo sobre la UE 27 (ver tabla). Y la diferencia es grande. En 2010, Estados Unidos actuó un 49 por ciento mejor que los Estados miembro, y la diferencia con Japón es de un 40 por ciento. Europa mantiene su liderazgo hacia India y Rusia, aunque otras economías emergentes, como Brasil y China, le comen terreno.
Gastar más y mejor
Los cambios con los que la Comisión Europea quiere darle la vuelta a la tortilla entrarían en vigor en 2013, para el próximo presupuesto comunitario, y abarcarían por primera vez las dotaciones de los dos programas marco, I+D e Innovación y Competitividad, así como las del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología. Se quiere crear así un conjunto de instrumentos que sirvan de apoyo a toda la cadena de I+D+i, desde el laboratorio hasta el mercado.
Estos cambios pasan, en primer lugar, por aumentar la inversión. Conseguir que la industria y las administraciones aumenten al 3 por ciento del PIB su inversión en I+D , tal y como se marcó en la Estrategia de Lisboa, supondría 3,7 millones de puestos de trabajo y un aumento del crecimiento anual que podría alcanzar los 795.000 millones de euros.
Pero tan importante como disponer de más fondos es replantear la manera de gastarlos. De hecho, el planteamiento de la Comisión Europea se plasma en un Libro Verde que ya ha recibido el visto bueno de los líderes europeos. Entre sus objetivos prioritarios se incluye la creación de asociaciones público-privadas que aceleren la llegada de las innovaciones al mercado. La primera se pondrá en marcha en 2011 y fomentará la I+D en productos y servicios que favorezcan el envejecimiento activo y saludable. Acabar con la fragmentación y eliminar las duplicidades es otra pata de esa estrategia para gastar mejor los recursos disponibles y alcanzar así una masa crítica.
La tercera gran deficiencia que es necesaria atajar pasa por unas condiciones marco insatisfactorias, que van desde el acceso deficiente a la financiación, y pasan por los elevados costes de los derechos de propiedad intelectual, la lenta normalización y el uso ineficaz de la contratación pública, que puede llevar a las empresas a invertir en otros lugares del mundo. Por ello, el Libro Verde de la Comisión Europea también sienta las bases para una amplia simplificación de trámites y normas. Los cambios persiguen aumentar al máximo la contribución de la UE a la unión por la innovación y a la estrategia Europa 2020. Las partes interesadas tienen hasta el 20 de mayo de 2011 para responder a la consulta.